
España superó el trago de emitir bonos tras los problemas que había tenido Alemania el miércoles para lanzar sus títulos a 10 años. El Tesoro Público se había propuesto captar entre 4.500 y 5.500 millones de euros en una doble emisión de bonos a 3 y 5 años. Y lo consiguió, ya que se hizo con 5.085 millones. El balance, por tanto, fue más exitoso que el obtenido por las autoridades germanas, que perseguían lograr unos 6.000 millones de euros, y apenas recaudaron 4.058.
España, sin embargo, tuvo que adaptarse a las nuevas condiciones de mercado para saldar la operación con éxito. Es decir, tuvo que elevar el rendimiento ofrecido a los inversores.
Así, colocó 3.378 millones de euros en títulos a tres años con una rentabilidad del 3,073%, una cifra que conduce a una doble consecuencia. En primer lugar, es superior al 2,62% en el que se encontraba ayer el rendimiento de los bonos españoles a tres años en el mercado. Por tanto, el Tesoro pagó una prima de 45,3 puntos básicos -100 equivalen a un punto porcentual- sobre ese nivel, cuando en la anterior subasta de estos mismos títulos, celebrada el 4 de diciembre, los emitió con un descuento de 20,4 puntos básicos.
Y en segundo término, dicha rentabilidad también es mayor que el 2,925% al que se lanzaron los bonos a tres años el mes pasado, con lo que se rompe la tendencia descendente registrada en las subastas desde julio. Además, este segundo impacto provoca que, por cada millón emitido, el Tesoro pagará en intereses 30.730 euros, un 5,05% más que el mes pasado -ver gráfico-.
Los títulos a 5 años reflejaron la misma imagen. El Tesoro emitió 1.707 millones, que llegaron al bolsillo de los inversores a un interés del 3,417%, un porcentaje superior al 3,23% en el que estaba la rentabilidad en el mercado y del 3,309% de diciembre. Este aumento provoca que, por cada millón, deberá pagar 34.170 euros en intereses, un 3,27% más.
Tranquilidad en Economía
Pese a estos incrementos, el Ministerio de Economía y Hacienda, del que depende el Tesoro, no se muestra intranquilo. "No está habiendo ningún problema para emitir. Ha habido demanda de sobra, por lo que no nos inquieta el hecho de que se hayan colocado a un interés más alto", aseguran fuentes del Ministerio. En efecto, la demanda conjunta de ambas emisiones ascendió a 6.930 millones, por encima de la cantidad finalmente emitida.
Sin embargo, desde el mercado se enfatiza que España, como otros países, ha debido aumentar sus intereses para contentar a los inversores. Sobre todo, se subraya que las subidas de las rentabilidades se producen en un contexto en el que tanto los intereses de mercado como los oficiales que establece el Banco Central Europeo (BCE) se encuentran en una tendencia bajista, es decir, un entorno en el que los rendimientos deberían relajarse.
"El Tesoro se ha acomodado a los niveles del mercado, pero es cierto que en estos primeros días del año se han acumulado las emisiones públicas lo que ha llevado a tipos algo más elevados y moderada demanda", explica José Luis Martínez, estratega de Citi en España.
Francia, por lo pelos
En efecto, si el miércoles le correspondió el turno de Alemania, ayer no sólo fue España, sino también Francia, la que salió al mercado para financiarse. Y aunque cumplió su objetivo, lo hizo de forma ajusta. A priori, el Tesoro galo había anunciado su propósito de captar entre 6.000 y 7.000 millones en tres emisiones de bonos a 10, 15 y 30 años. Finalmente, consiguió 6.286 millones de euros.