El Gobierno rechaza asumir mayores riesgos económicos, las cajas rechazan aplazar los pagos y la auditoria señala que la empresa no genera recursos suficientes para asegurar su rentabilidad a corto plazo.
Alrededor de 30 millones de euros puede costarle al Gobierno vaco si fracasa el proyecto empresarial de Epsilon Euskadi, consistente en un centro de investigación privado de automoción de competición, que preside el emblemático ingeniero catalán Joan Villaldelprat.
El conjunto de ayudas públicas otorgadas -vía subvenciones, avales y créditos blandos- rondan los 50 millones, sumando los respaldos del Gobierno vasco, la Diputación Foral de Álava y el Gobierno central. El proyecto en conjunto iba a rondar los 60 millones de inversión.
El consejero de Industria del Gobierno vasco, Bernabé Unda, compareció ayer ante la Comisión de Industria del Parlamento vasco, en la que recalcó que no acudía "para certificar el fracaso de un proyecto empresarial" y que nunca serían el "verdugo de un proyecto", pero para que Epsilon pueda seguir adelante lo que hace falta es un plan de negocio serio y viable.
Para Unda las manifestaciones de Joan Villadelprat ante esa misma Comisión vinculando el futuro de Epsilon al apoyo público y a la entrada de un inversor dispuesto a inyectar 50 millones en la compañía no le parece serio. "Un plan de viabilidad no consiste en que venga alguien y ponga el dinero para los costes de explotación", aseguró.
Villadelprat dijo que si se ejecutaban los avales, el Gobierno se quedaría con un edificio de 60 millones y un túnel de viento a muy bajo precio, visión que no comparte Unda. El consejero señaló que no es objeto del Parque Tecnológico de Álava quedarse con empresas y que en todo caso las últimas valoraciones tasan el edificio en 22 millones y de su maquinaria en 11 millones.
Ayudas irregulares
Bernabé Unda, no ocultó su indignación por la gestión realizada por el anterior Ejecutivo vasco del PNV que comprometió enormes recursos públicos, de forma "irregular", en un proyecto que a su entender "nunca ha tenido visos de rentabilidad". Además, si se ejecutan todos los avales concedidos por el Parque Tecnológico de Álava se verían comprometidos el 54% de los fondos propios del Parque, lo que obligaría a inyectarle fondos públicos para equilibrar su balance.
En la actualidad Epsilon Eukadi está en situación de preconcurso, arrastra unas pérdidas de 7 millones, tiene fondos propios negativos de 1,4 millones y ya ha empezado a faltar a los pagos con los acreedores. Además, el objeto de algunas de las ayudas estratégicas concedidas no se ha cumplido por lo que deberían devolverse. Las cajas Vital y Kutxa se niegan a concederle más créditos y a aplazar los pagos de los ya concedidos.
Además, según Unda, una de las aspiraciones principales de Epsilon, entrar en Fórmula 1, está cerrada a corto plazo.
Fondos públicos para un privado
Unda se mostró totalmente contrario a que el Gobierno vasco asuma más riesgos económicos bajo las premisas actuales del proyecto, máxime cuando se trata de una empresa privada la que se quedaría con todo.
Asimismo criticó con dureza la cuantía y forma de concesión de ayudas y avales, especialmente a través del Parque Tecnológico de Álava (PTA), el más elevado de 22 millones, durante la gestión del PNV al frente del Gobierno vasco. Calificó dichas concesiones como "mala gestión"; irregulares contra todo criterio económico y sin los informes legales preceptivos; además de ser muy cuestionables por parte de la Comisión Europea en materia de ayudas de estado a empresas.
"El modelo de negocio no es sostenible y tenemos que replantearnos esta historia. Nos piden paciencia y cariño y si el proyecto es capaz de reinventarse con un plan de negocio creíble y con un empresario dispuesto a aportar y capaz de convencer a las entidades financieras de su viabilidad nos tendrá a su lado, en caso contrario no", advirtió.