
¿Es justo el canon digital que gravará a partir del año que viene el CD, el DVD, el móvil, el iPod o el MP3? La SGAE, la Sociedad General de Autores y Editores, organizó ayer un acto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid para defender esta nueva tasa, que costará el año que viene 110 millones de euros a los consumidores españoles
Y para ello contó incluso con la presencia de Salvador Soriano, subdirector general de Servicios de la Sociedad de la Información del Mi- nisterio de Industria, que evitó pronunciarse, sin embargo, sobre cuándo entrará en vigor. "Vamos muy adelantados, pero no puedo dar fechas", aseguró.
Pablo Hernández, director de los servicios jurídicos, de SGAE, defendió que "el caso español se ha convertido en una anomalía porque en 23 Estados de la Unión Europea se está pagando ya un canon por el uso de dispositivos digitales". Hernández puso además como ejemplo el caso francés, donde el canon supuso el año pasado unos ingresos para los autores de alrededor de 150 millones de euros, frente a los 110 millones que se prevén recaudar en España el próximo año. Sin embargo, ocultó un dato fundamental.
Recaudación: 450 millones
Según un estudio sobre copia privada elaborado por la consultora Econlaw y presentado al Grupo Europeo de Sociedades de Autores y Compositores (GESAC), la recaudación del canon digital en toda Europa se eleva a sólo 450 millones.
"Si en España se aprueba tal y como está previsto, nuestro país recaudará, aproximadamente, el 20 por ciento del total, sólo por detrás de Alemania y Francia", reconoce Albert Sánchez, miembro de la consultora Econlaw y coautor del estudio.
En su opinión, una vez que se apruebe el canon en España, los ingresos totales subirían a 500 millones en Europa.
"Maniobras electoralistas"
El Gobierno, mientras tanto, está buscando apoyos políticos para sacar adelante la nueva normativa, después de que el Senado instara la semana pasada al Congreso a anular el canon y el líder del PP, Mariano Rajoy, llegara a asegurar incluso que es "inaceptable".
La situación para la SGAE y el resto de entidades se presenta cada vez más complicada y los autores empiezan a criticar ya "maniobras electoralistas".