Opinión

Internacionalización y empleo

La internacionalización empresarial, en el sentido amplio del término, es decir refiriéndose tanto a la actividad exportadora como a las diferentes modalidades de implantaciones en el exterior, es una actividad necesaria y eficiente para una economía en muchos aspectos y, sin duda alguna, lo es también desde el prisma del empleo. Con independencia de los matices que se quieran añadir a la relación directa entre internacionalización y empleo, para mí resulta clara tanto desde el punto de vista conceptual, como desde la praxis diaria que una excelente atalaya como es Cofides me proporciona.

Si miramos, por ejemplo, los datos de empleo del último año en España, hechos públicos recientemente, podríamos deducir que el inicio efectivo de la recuperación económica ha sido posible por la estabilidad institucional, las reformas llevadas a cabo y, además, el excelente comportamiento del negocio internacional, al que ahora se incorpora otro motor, el de la demanda interna, que empezó a mostrar ya los primeros síntomas de mejora sostenida. No podría cuantificar en estos momentos qué grado de aportación al empleo viene explicado por las cifras de actividad internacional de los últimos años, pero sin duda una parte del mismo debe venir explicado por ésta. Como se recogía en un estudio publicado hace unos años por ICEX, se demuestra históricamente que por cada diez puntos de incremento del grado de apertura al exterior de la economía, la tasa de empleo aumenta en cuatro puntos.

Es decir una economía abierta, es una economía que crece y que, entre otros efectos positivos, genera empleo. En efecto, no se equivoca quien afirme que el sector exterior ha recobrado el protagonismo, corrigiendo así uno de los principales desequilibrios de la economía española y contribuyendo de forma positiva al crecimiento de la misma, el cual debe ser no solo un fenómeno coyuntural, sino estructural, componente básico del modelo de crecimiento económico que queremos para España.

Junto a ello, tenemos claro que una economía abierta es mucho más, es desregulación, es unidad de mercado, es inversión directa en el exterior así como atracción de inversiones, es educación e innovación en todos sus niveles, formas y maneras. En definitiva es todo un ?ecosistema económico? que requiere suma de voluntades, ejecución rigurosa y planteamientos serios; y donde sin duda juega un papel central la internacionalización empresarial. Como hemos apuntado la internacionalización de las empresas conlleva una expansión que permite proteger y crear empleo en la matriz. Estas empresas se vuelven más competitivas tanto en términos de innovación como de productividad.

De hecho, esto supone que las tasas de crecimiento en el empleo, no solo de las empresas grandes, sino también de las pymes que deciden internacionalizarse, sean superiores a las que no lo hacen. Concretamente, el crecimiento de empleo en pymes con actividad internacional es de un 7 por ciento - 4 puntos más de las que no lo hacen- tal y como señalan los datos recogidos en un informe de la internacionalización de las pymes europeas realizado por la UE, que reveló no sólo este dato, sino que puso de manifiesto además que las pymes que invierten en el exterior crean un 16 por ciento de empleo frente al 4por ciento de las que no lo hacen.

Estos datos guardan cierta lógica si tenemos en cuenta que la internacionalización supone un incremento en las ventas exteriores y esto puede acarrear el aumento de la producción en origen, generando de esta manera un incremento en los recursos humanos disponibles. Además, el empleo creado no se ciñe exclusivamente a términos de logística y producción, sino que la adaptabilidad del producto/servicio a nuevos mercados requiere una mayor inversión en personal cualificado. Así, no sólo se crea más empleo sino que éste es también de mayor calidad. Por otra parte se fortalecen las acciones de innovación en todos los sentidos y se entra en el bucle win to win, es decir el negocio atrae negocio en el que todos ganan.

Cierto que es laborioso, que requiere de una estrategia, de una apuesta a medio y largo plazo, pero desde todos los primas merece la pena. Estos proyectos de inversión y crecimiento empresarial en el exterior, en definitiva de internacionalización, una vez ideados y estructurados necesitan de un adecuado respaldo financiero. Y aquí es donde Cofides ha aportado su saber hacer en el último periodo analizado 2012-2015. Concretamente, y por dar varias cifras, entendemos que se podría destacar, por su relevancia, que la financiación a pymes ha crecido, en comparación con el periodo inmediato anterior, un destacable 106 por ciento; que el volumen de cartera gestionada ha pasado de 551 MM a alcanzar el máximo histórico de cerca de 1.200 MM? comprometidos a finales de 2015, es decir más del doble y todo ello sin incrementar el nivel medio de riesgo al que siempre debe mirar una institución financiera.

Esta importante actividad financiera se ha unido a una apuesta clara por la propia innovación -15 nuevos productos comerciales y nuevas líneas país-, la ampliación del ámbito de actuación de Cofides, FIEX y Fonpyme a través de la Ley 14/2013, los más de 40 convenios de colaboración y promoción de la actividad de Cofides firmados con asociaciones e instituciones de todas las CCAA españolas o, por ejemplo, la incorporación de nuevos socios privados al accionariado de Cofides, entre otros hitos. Todo lo anterior hace que, siguiendo el hilo argumental de este artículo, y para los años en los que disponemos de datos, podamos comprobar que del 100 por ciento de los proyectos financiados por Cofides, ese mismo porcentaje mantuvo su actividad en España y por otro lado, en términos de empleo, en 2012 el 59 por ciento de ellos creó y/o mantuvo empleo en España (77 por ciento en caso de pymes) porcentajes que pasan al 66 por ciento (71 pymes) en 2013 y 72 por ciento (80 en pymes) en 2014.

Al cierre de 2015 esperamos que las cifras sigan esa tendencia creciente de los tres últimos años. Registros del 77 al 80 por ciento en creación y/o mantenimiento de empleo en el periodo 2012-2015 en el caso de pymes con actividad internacional es a lo que me refería cuando citaba la excelente atalaya que me proporciona la praxis diaria en la gestión de Cofides. Sin duda este es uno de los caminos y por el mismo debemos seguir avanzando.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky