Opinión

Las Sociedades de Garantía Recíproca como agentes democratizadores del crédito

  • Las Sociedades de Garantía Recíproca han respaldado a las pymes

Las familias emprendedoras han dado un ejemplo al mundo rehaciendo la economía española en tiempo récord. Tenemos cifras históricas de comercio exterior, equilibrio de la balanza de pagos y estamos empezando a crear empleo de nuevo.

Y eso ha sido posible gracias al tremendo esfuerzo de miles de pequeños empresarios anónimos, que no sólo han cogido su maleta y su producto y se han ido al mundo a venderlo sino que, en infinidad de casos, han puesto en juego su patrimonio personal para salvar su empresa y, con ella, los empleos. Ellos son los que mantienen a España en pie.

La financiación sigue siendo un problema

Pero, siendo cierto que empezamos a ver el horizonte de una forma diferente después de unos años muy duros, no lo es menos que aún debemos solucionar asignaturas pendientes que merman nuestra capacidad de desarrollo e inciden de manera especial en el gran objetivo que como país afrontamos: la creación de empleo al mayor ritmo posible.

Una de esas asignaturas pasa por resolver de una vez por todas el problema de la financiación que afecta a las pymes y a los autónomos y que supone un auténtico freno a sus posibilidades de crecimiento y futuro. Cierto es que el crédito ha crecido un 14%, pero los recursos financieros dirigidos a las pymes y las micropymes se han desplomado en torno al 10%. El problema de la financiación sigue latente.

Precisamente en estos días, el Senado afronta la tramitación parlamentaria de la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial que refleja que la banca asume en torno al 75% de las operaciones financieras que tienen lugar en España. Ante esta apabullante supremacía, esta norma pretende aportar nuevas herramientas -y oxígeno- a las pequeñas y medianas empresas de nuestro país con la apertura a sistemas alternativos que beneficien su actividad y contribuyan a su desarrollo.

¿Qué hacen las Sociedades de Garantía?

Y en ese contexto, las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) están llamadas no sólo a demandar un papel protagonista porque fueron concebidas como tal para ejercer la imprescindible tarea de intermediación entre las pymes y las entidades financieras, sino especialmente porque a lo largo de los últimos 35 años han venido demostrando que su respaldo a cientos de miles de pequeñas y medianas empresas se ha traducido en un éxito de generación de riqueza y empleo.

Las Sociedades de Garantía somos aliados de los bancos, pero no somos bancos, sino entidades que entendemos muy bien el riesgo empresarial y, por lo tanto, comprendemos el proyecto de una familia empresaria que se acerca a contarnos cuáles son sus necesidades de financiación.

En la actualidad, las SGR cuentan con más de 115.000 pymes asociadas que contribuyen a sostener 700.000 empleos, pero lo más importante es que nuestra solvencia, derivada de una acertada gestión del riesgo, nos permite hoy conceder muchos más avales de los que estamos aprobando. Sólo hace falta voluntad para situar a estas entidades, verdaderos agentes democratizadores del crédito, en el lugar que merecen.

Contamos con el apoyo imprescindible de los gobiernos autonómicos y de la sociedad pública CERSA, dependiente del Ministerio de Industria, y sobre todo con la experiencia necesaria para garantizar que ni uno solo de los proyectos viables de nuestro país se quede sin financiación. Nuestro compromiso con la pequeña y mediana empresa y con los autónomos está fuera de toda duda. Ahora y siempre. Las SGR vamos a estar a su lado porque es nuestra razón de ser. Como lo hemos hecho durante más de tres décadas y esperamos hacerlo durante muchas más.

José Rolando Álvarez, presidente de la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca.

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