
La rebaja del IRPF se notará de inmeditao en los salarios por la bajada de retenciones en 2015, un año de elecciones.
Cristóbal Montoro centrará la rebaja fiscal en las rentas medias, que han soportado las mayores subidas impositivas decididas por su Ministerio cuando accedió al poder. Esto tendrá un gran impacto en 2015, año de sucesivas convocatorias electorales, pues la bajada del IRPF, que Rajoy quiere "sustancial"con la vista puesta en los comicios, empezará a notarse de inmediato.
Repercute en las retenciones y se traduce en un aumento virtual del salario. Queda por ver si el conjunto de la reforma aumenta las bases imponibles y la recaudación, activa la economía y hace un reparto más equitativo de las cargas tributarias. Es positiva la simplificación del impuesto, pero da la impresión de que no se abordan algunos aspectos fundamentales y de que sobre todo interesa el efectismo. El gobernador del Banco de España se encargó ayer de recordar que las clases medias también están muy castigadas por el paro y que la mejor ayuda para crear empleo vendría de la mano de una bajada de cotizaciones sociales, que el Gobierno ignora. Se da por satisfecho con la tarifa plana de la Seguridad Social, una gota de agua en el mar tributario. Tampoco los planes del Ejecutivo dan mayor relevancia, más allá de los planteamientos retóricos, a la persecución del fraude fiscal. Otra actuación de indudable valor para equilibrar el reparto de los impuestos. Montoro está a tiempo de bajar cotizaciones para impulsar la economía y favorecer a las clases medias. Dependerá de si priman los intereses de partido o los de los contribuyentes.