THE ECONOMIST (REINO UNIDO)
Visite la Eurozona y verá reformas por doquier. El plan "Salva Italia" ha llevado al primer ministro, Mario Monti, a decir, aunque prematuramente, que la crisis del euro había acabado. En España, el Gobierno de Mariano Rajoy ya ha reformado el mercado laboral y elaborado un presupuesto austero. Aun los griegos se han dado cuenta de que el gasto libre y la evasión fiscal se terminaron. Pero hay un país que todavía tiene que tomar conciencia de lo que ocurre. En Francia, ningún candidato habla del pobre estado de la economía; un país que no ha cuadrado sus cuentas desde 1974, con una deuda pública del 90 por ciento del PIB, paro crónico en las banlieues y cuyos votantes temen a la globalización. El próximo presidente galo va a ser desbordado por la dura realidad.