La patronal eléctrica estima que la la luz debería subir un 4 por ciento. A no ser que, por electoralismo, el Gobierno saliente opte por congelar los precios, lo que depararía dos subidas fuertes en 2012.
Otra materia en la que el Ejecutivo socialista pasa la patata caliente a su sucesor. El contexto es de subida del precio de los futuros en el último tramo del año, de aumento de las primas a las renovables y de retraso en la aplicación de los recortes a la energía verde aprobados en 2010.
Con todo, el déficit de tarifa se elevaría en 350 millones, rebasando el tope legal de los 3.000 millones, con su consiguiente impacto financiero.
El Gabinete socialista hizo ingeniería tarifaria, eludiendo reconocer paulatinamente el coste del servicio. Pero, al final, los sobrecostes se pagan.