En agosto hemos asistido al baile de la Yenka del Gobierno interino de Zapatero: un pasito adelante , otro atrás. Se aprueba una reforma constitucional de limitación del gasto público, pero se diluye evitando los números, mandando su concreción a una ley orgánica aplicable a partir del 2020; anuncian una reforma del trabajo a tiempo parcial para flexibilizar el tiempo de trabajo, y se queda en alargar a 24 meses la concatenación de contratos temporales; se rebaja el IVA para la compra de vivienda nueva, pero sólo hasta diciembre.
Lo único claro han sido las medidas recaudatorias, el adelanto de los anticipos del Impuesto sobre Sociedades, pero sólo a aquellas cuya facturación rebase los 20 millones. La preposición clave para entender al Gobierno siempre es un pero....
La razón es que su lastre ideológico social, que le ha pesado desde el inicio de la crisis, hace del baile de la Yenka el modelo favorito de toma de decisiones. Y ya no puede hacer otra cosa, porque la decisión causante de ello es el adelanto electoral. Un pasito adelante , pero otro atrás: se han pospuesto hasta noviembre.
El Gobierno está atrapado entre los requerimientos ideológicos que le hacen desear a los votantes de IU y los compromisos económicos de los mercados y la pertenencia a la eurozona. Entre un candidato y un presidente. Para ello han intentado repartirse los papeles. El presidente buenista pone cara de velocidad europea y el candidato voluntarioso adopta una postura izquierdosa. Una versión de poli bueno, poli malo de la política.
El teatro está servido. El guionista está escribiendo el último acto antes de que baje el telón. ¿Cuál será el argumento del desenlace? No hay que engañarse, el público para el que se escribe son los militantes del PSOE, que decidirán el próximo congreso de partido. Buscan sus aplausos.
Y dadas las expectativas electorales, hay pocas probabilidades de encontrar argumentos que entusiasmen al personal. Como hay un guionista en La Moncloa y otro en Ferraz, el resultado es el de la Yenka. De seguir así el guión, el éxito de crítica y público que busca el candidato está en el alero.
J. R. Pin Arboledas. Profesor del IESE, titular de la Cátedra de Gobierno y Liderazgo en la Administración Pública.
