A lo largo del proceso que ha ido conduciendo desde la CEE a la UE, ha habido conceptos, temas y elaboraciones que han tenido la virtud de poner en cuestión la mixtificación del discurso europeísta basado en una permanente huida hacia la irrealidad.
Recordemos la Europa de geometría variable, la de las distintas velocidades, la de la Política Exterior de Seguridad Común (PESC), la de su tibieza a la Unión Política, la del Plan Delors sobre el Empleo o la de su actual configuración en dos subconjuntos diferenciados según su pertenencia o no a la eurozona, por poner algunos ejemplos.
Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas de Alemania, ha declarado que la creación de los eurobonos debe descartarse mientras los países gestionen sus propias políticas. Esta opinión, en total sintonía con la de la canciller, Ángela Merkel, pone el dedo en la llaga en la cuestión crucial del futuro de la zona euro e incluso de la propia UE.
El eurobono es concebido como una emisión de deuda que emitida por cada país soberano es respaldada por toda la zona monetaria. El emisor podría ser el banco central de cada Estado o bien el BCE. Explicado así, sin más, produce una impresión positiva en la medida en que se muestra como una señal de solidaridad que explicita un nivel de integración óptimo. Sin embargo, dicha propuesta es contradictoria con el artículo 125 del Tratado de la Unión Europea (TUE), que prohíbe a cada país hacerse cargo de la deuda de otros.
Pero esto no sería un obstáculo si hubiese acuerdo, bastaría con una reforma de dicho tratado. Por otra parte, la llamada desconfianza de los mercados se vería disipada gracias al apoyo solidario a cada emisión y a la ampliación del fondo de garantías institucionalizado correspondiente.
El problema surge cuando los Gobiernos de los países más sólidos, y con ellos sus opiniones públicas, consideran que los países más débiles y sus dirigentes no ofrecen las suficientes garantías de que no harán de este respaldo un cómodo expediente de irresponsabilidad. ¿Pero es una cuestión de desconfianza o hay algo más?
Julio Anguita. Excoordinador General de IU.