Opinión

J. R. Pin Arboledas: La 'polis' es Europa

Los griegos inventaron la Democracia. Votaban los varones ciudadanos libres, de más de 20 años, sin tener en cuenta su estatus económico. Fue la democracia directa que más duró en la antigüedad, del 510 al 322 a. C., casi dos siglos. Era un gobierno por el pueblo de la Polis (ciudad): Atenas. Las decisiones importantes se tomaban en la Ekklesia (asamblea). Hoy, salvando las distancias, casi sería el equivalente a referendos continuos.

Ahora, Grecia es una democracia representativa. Se elige un Parlamento que nombra y controla al Gobierno. En 2011, la población helena alcanza los 11 millones de habitantes: sería inviable la democracia directa.

En Atenas, se suceden manifestaciones contra las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE). Se rebelan contra lo que creen una Acrincracia (gobierno de los acreedores internacionales). No dicen que fue el pueblo el que eligió parlamentos que nombraron gobiernos que les llevaron a la bancarrota dejándolos en manos de esos acreedores. La demagogia es fácil. La autocrítica, dolorosa.

La Unión Monetaria, la zona euro, requiere políticos que, sin dejar de serlo, sean excelentes gestores económicos. Es la primera lección de la crisis. Cuando cada país tenía su moneda y, por tanto, una política monetaria propia, podía disimular sus fallos económicos con inflación o devaluación. Con el tiempo, los ciudadanos notaban que se habían empobrecido, pero a corto plazo esas medidas eran como una droga: quitaban el dolor, aunque no la enfermedad. Ahora los errores se manifiestan en forma de deuda, deuda cara, y son evidentes a corto plazo.

El control de los gobiernos nacionales europeos corresponde a sus parlamentos. Si estos fallan, interviene la Acrincracia y sus ejecutores son el FMI y la UE. La Polis griega ahora es Europa y, más concretamente, la zona euro. No tenerlo en cuenta es peligroso. Por eso, es necesario que las instituciones europeas sean cada vez más una democracia representativa, no una tecnocracia política como ahora.

J. R. Pin Arboledas. Profesor del IESE. Titular de la Cátedra de Gobierno y Liderazgo en la Administración Pública.

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