POSTIMEES (ESTONIA)
Los alemanes han esperado hasta el final para abrir su mercado laboral a la UE por miedo. De no haber fijado la UE la fecha del 1 de mayo, Berlín hubiera mantenido cerrado su mercado laboral.
Los grandes perdedores son los propios alemanes. Entretanto, reconocen que no cabe esperar una gran corriente de trabajadores extranjeros, sobre todo porque los demás Estados europeos ya se han llevado a los mejores.
En cambio, los temores desatados por la xenofobia no se ha hecho realidad. Los finlandeses temieron antaño grandes aludes de estonios que les privarían de sus puestos de empleo, pero con el tiempo comprendieron que era pánico infundado, pues los estonios que trabajan en Finlandia han contribuido al crecimiento económico del país.