Telefónica provisionará 2.400 millones para recortar 6.000 empleos. Estima un coste de 400.000 euros por trabajador. Así, el ajuste de su plantilla en España tendrá impacto cero en las cuentas públicas. Pudiendo usar prejubilaciones al uso que sí tengan coste para el Estado, acomete el recorte con sus propios medios: un modelo consecuente y responsable.
No como el de las cajas, cuyos retiros prematuros darán un mordisco de 3.700 millones al Frob, dinero del contribuyente. Pero el Gobierno ahí mira a otro lado. A la teleco española se le critican, en esta tesitura, sus bonus para directivos. Pero se trata de bonos con varios años de antigüedad y sólo el 10 por ciento de los beneficiarios corresponde a la división española, lo que muestra que van dirigidos a premiar la eficiencia de sus empleados en todo el mundo.