No sé si lo han oído, pero merece la pena. Los trabajadores de la Central Nuclear de Garoña han escrito una protesta a ritmo de rap.
Hacía tiempo que no se usaba esta modalidad de la canción protesta. Fue abundante en el tardofranquismo, pero desapareció mucho antes de que los de la ceja, los artistas progres, se unieran al zapaterismo. Ahora que muchos lo abandonan, aparecen estos rapsodas del pueblo.
Ya se sabe que a las sociedades las mueven más los poetas, los cantantes, los artistas y los filósofos que los sesudos economistas o los políticos. Por eso, me parece muy inteligente la iniciativa.
Los empleados de esa central nuclear apelan, en su protesta, a su puesto de trabajo; lo perderían, alegan, si se cerrase la central y, en estos momentos, encontrar uno no es fácil. Apelan también a la eficiencia económica que representa la planta y al volumen de barriles de petróleo que se ahorra la economía española por su funcionamiento; ahora que un barrilito de nada supera con mucho los 100 dólares. Apelan, incluso, a que ecológicamente son menos contaminantes que las fuentes de energías fósiles y más baratas que las llamadas energías alternativas.
Pero hay que decirles que no se preocupen, que el astuto presidente del Gobierno no piensa cerrarlos; aunque aparezca como el adalid del ecologismo por el anuncio del cierre, que es lo que le interesa.
Primero, porque la ejecución de la decisión se ha pospuesto para después de las elecciones generales, que las encuestas auguran que va a perder. Segundo, porque Mariano Rajoy ha dicho que no la piensa cerrar y es muy probable que esté gobernando cuando haya que realizar esa ejecución.
Tercero, porque si diese la casualidad de que el Gobierno fuera del PSOE, puede que no tuviera el mismo presidente. Pero, en todo caso, ya se sabe que Rodríguez Zapatero es hábil en eso de donde dije digo, digo Diego.
Si él gobernase, seguro que utilizaría como excusa a la canciller Merkel u otro europeo conspicuo para aplazar la decisión. ¡Ya nos vamos conociendo!
J. R. Pin Arboledas. Profesor del IESE, Titular de la Cátedra de Gobierno y Liderazgo en la Administración Pública.
