Si fuéramos Astérix, sobre el G20, especialmente después de Seúl, diríamos lo mismo que él decía de los romanos: "¡Están locos !" Se reúnen cada vez en un lugar del planeta, exponen los problemas con precisión y? se van diciendo que habrá que resolverlos, pero no toman medidas efectivas. ¿Podrían hacerlo?
Después de la crisis financiera iniciada en Tailandia en los noventa, George Soros, el financiero especulador (título descriptivo, no peyorativo), publicó La Crisis del Capitalismo Global (Editorial Debate SA, 1999). Su tesis: sin un gobierno económico mundial que coordine, la economía global de mercado tendrá efectos perversos. En su página 266 escribe: "Me preocupa cómo los valores del mercado han erosionado los valores profesionales". Frase premonitoria de la crisis de 2007 en el sector financiero.
El mercado global necesita un regulador, lo mismo que todo mercado nacional exige poderes públicos: bancos centrales responsables de la circulación monetaria para controlar la inflación; comisiones de control de la competencia que vigilan monopolios, oligopolios o cárteles; una Inspección de Trabajo que evita los abusos con empleados y el dumping social, etc. Todo esto se necesita a nivel mundial. La lucha de divisas, principal problema al que se enfrentó el G20 de Seúl, exige un acuerdo que sus protagonistas fueron incapaces de tomar, encerrados en sus egoísmos nacionales.
Los alemanes lo descubrieron en la posguerra con su Economía Social de Mercado. Inspirada en la Escuela de Economía de Friburgo, la aplicó su ministro de Economía, Ludwig Edgard. Se trata de aprovechar la capacidad creadora del mercado compensada con el impulso regulador y social del Estado. Eso hizo de la RFA, la locomotora económica de la UE. Angela Merkel es, en parte, su heredera. Habría que hacer lo mismo a nivel mundial.
Claro, que entonces hubo líderes como el canciller Adenauer ¿Hay alguien parecido en el panorama mundial? No. No están locos , es que no hay liderazgo.
J. R. Pin Arboledas, profesor del IESE, titular de la cátedra de Gobierno y Liderazgo en la Administración Pública.