España ganó a Alemania, 1 a 0, en el Mundial de Fútbol en Sudáfrica 2010, en una semifinal con sabor a final. Ahora los germanos, en el partido de vuelta (económica), nos han goleado, han tomado la revancha: Alemania 2,2 por ciento de crecimiento del PIB en el segundo trimestre del 2010; España 0,2 por ciento.
Las razones de la fortaleza de la economía alemana son muchas: industria fuerte, orientación a la exportación, productividad, etc. Una, no la menor, es su diferente comportamiento político. En Alemania con la crisis presente, en 2007, gana las elecciones la CDU/CSU (cristianodemócrata, centro derecha), en condiciones que les conduce a una Gran Coalición. No era la única vez que, en la historia de la República Federal Alemana, los dos grandes partidos, la CDU/CSU y el socialdemócrata SPD, optaban por unir sus fuerzas; sí ha sido la primera vez desde la reunificación. Los resultados del Gobierno de Gran Coalición han sido discutidos, pero la imagen de una nación queriendo salir unida con coraje y humildad de la crisis reforzó su autoconfianza.
Tener un Ejecutivo fuerte, con gran respaldo parlamentario, permitió a Alemania definir la crisis en toda su realidad. Hubo dificultades en algunos acuerdos y dimisiones de ministros por discrepancias con el resto del Gabinete. Pero la unión hace la fuerza. En las siguientes elecciones, hace meses, la canciller Merkel se coaligó con los liberales. Aunque, puede decirse que el trabajo de fondo ya estaba hecho.
En España hubo voces que, ante las elecciones generales de 2008, abogaban por un pacto PSOE/PP. Una gran coalición a la Alemana. Pero ni el presidente Rodríguez Zapatero, preso de la política que perseguía el aislamiento del PP, ni el jefe de la oposición Mariano Rajoy, aceptaron la sugerencia.
Soy optimista en mis valoraciones del ser humano, incluidos los políticos, incluso los españoles. Por eso me pregunto: ¿sería conveniente relanzar otra vez la idea?
J. R. Pin Arboledas, profesor del IESE.