¿Recuerdan la película Bienvenido Mr. Marshall? Puede tener su versión marbellí, cual serpiente de verano, gracias a la atracción de la Costa del Sol.
¿De dónde habrá sacado la Casa Blanca la idea de instalar en el sur de España unos días a Mrs. Obama ?, ¿inspiración de las gestas de Alonso, Iniesta, Contador, Gasol, Lorenzo u otro de los deportistas que pasean de campeonato en campeonato la roja (y gualda, no se olvide)?. ¿habrá sido Moratinos y la diplomacia española?, ¿la Secretaría de Estado de Turismo, menguada a Secretaría General, para recuperar su rango?
Sea como sea, preparar el recibimiento de tan ilustre visitante no es fácil. ¿Veremos a nuestro presidente haciendo de Pepe Isbert, el simpático actor de la película de Berlanga de 1953? Actuando de alcalde, el veterano actor soñaba que los americanos regaban de dólares Villar del Río (Guadalix de la Sierra en realidad), con su plan Marshall particular. Ahora que el ministro Sr. Blanco se ha quedado sin blanca, ¿encontraremos una generosa ayuda yanqui vía matrimonial? ¿Reforzará Rodríguez Zapatero su imagen al entrevistarse de tú a tú con la primera dama de EEUU, cuya bandera ignoró hace años? Puede que no lo sueñe, porque los problemas de España le hacen pasar las noches en blanco; al menos eso dijo en unas declaraciones periodísticas. Aunque también se puede soñar despierto.
¿Deberíamos engalanar nuestras casas con la bandera de las barras y las estrellas hermanada con? la roja y gualda, la señera, la multicolor riojana, la blanquiverde andaluza, la roja estrellada madrileña, etc.?. No pasaría nada, porque en tierra de los Obama las banderas de los estados, incluso la derrotada sudista, conviven en armonía con la insignia nacional.
¿O Mrs. Obama pasará de largo, dejando una estela de nostalgia, sorpresa y desencanto, como en la escena que filmó la genialidad de Berlanga? No, visitará a su Majestad en Mallorca. Pero eso es sólo cortesía.
J. R. Pin Arboledas, profesor del IESE.
