¿Se mueve la estrategia socialista en Cataluña ? Las próximas elecciones autonómicas de otoño se presentan contrarias al actual Gobierno tripartito catalán (PSOE-ER-IC) y el instinto de Rodríguez Zapatero está despertando: puede que no sepa economía, pero ha demostrado olfato en asuntos de poder y política.
El PP cree que, si CiU gana las elecciones autonómicas, será necesario para gobernar. Espera repetir el modelo vasco, con CiU en el Govern apoyado por el PP en el Parlament, recuperando protagonismo en uno de los graneros electorales del PSOE. Pero Rodríguez Zapatero está virando astutamente sus relaciones políticas.
Primero, intenta que, en el Parlamento español, CiU apoye el pacto de Zurbano, incluyéndolo en el bloque de los partidos responsables ante la crisis económica, alejándole de un PP que tacha de electoralista.
Segundo, prepara la jubilación anticipada del president Montilla para que, si CiU gobernase la Generalitat, no retroceda en el escalafón político. Además, la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut dificultará la alianza con Esquerra de la que Montilla es artífice.
Tercero, casualmente el ministro Corbacho anuncia su deseo de volver a Cataluña , pero no a la política municipal. En un Govern convergente-socialista Corbacho sería un buen enlace con la Moncloa. Y si CiU optara por un sistema de matemática parlamentaria variable, pactando con el PP o con el PSC según convenga; entonces el ex ministro actuaría de enlace desde el Parlament. En ambos casos, CiU votaría a favor los Presupuestos Generales del Estado hasta el 2012 para salvar un Gobierno estatal en precario; y el PSOE votaría a favor de los de la Generalitat.
El PP haría bien en no ilusionarse demasiado; debe preparar una estrategia ante este posible pacto convergente-socialista. Pacto que dependerá de la matemática parlamentaria, pero que no es tan improbable como los estrategas del PP piensan.
J. R. Pin Arboledas, profesor del IESE.