
Casi 20 meses le ha costado a los títulos de Volkswagen recuperar la recomendación de compra. Un periodo en el que la automovilística alemana ha tenido que hacer frente al escándalo de las emisiones en sus motores y a distintas sanciones que provocaron que, en los peores momentos de la crisis, los analistas aconsejaran de forma mayoritaria desprenderse de las acciones del grupo. Volkswagen gana 3.403 millones en el primer trimestre, un 43,9% más.
Sin embargo, las cosas parece que están cambiando para la alemana en lo que desde Société Générale denominan como "una primavera limpia". Y es que, desde la entidad señalan que "con las multas de diésel de Estados Unidos establecidas, y el acuerdo de trabajo alemán acordado, esperamos que Volkswagen realice múltiples ventas en los próximos 18 meses".
Lo que sí descartan desde el banco es "una venta o salida a bolsa de Porsche o Audi (ni Bentley)", que son los considerados como "núcleo de sus objetivos". Al tiempo que también rechazan que la alemana "necesite hacer cesiones para financiar sus multas por el diésel porque tiene dinero suficiente ya". Y es que, aunque para este ejercicio se espera una caída de la caja de más del 25%, hasta los 19.527 millones, hasta el próximo 2019 se estima que su tesorería vuelva a incrementarse por encima del 30%, hasta un total de 25.389 millones, según datos de FactSet.
Pese a ello, el banco de inversión francés alude a que la firma cuenta con diferentes frentes abiertos como pueden ser "la escala y el calendario de los costes legales, así como el impacto comercial en las ventas y los precios de Volkswagen". Considera que "la visibilidad de estos factores es baja actualmente".
Desde JP Morgan, que es una de las casas de análisis que aconseja adquirir títulos de la firma, resaltan tres de las acciones que está realizando de forma positiva Volkswagen. La primera de ellas es "mejorar la rentabilidad en América del Norte". Y es que, desde la entidad aluden a que se esperan nuevos lanzamientos "para ayudar aún más a su volumen de crecimiento así como su rentabilidad". Unos modelos que también le servirán de apoyo en el Viejo Continente donde, además, está tomando la medida de "bajar los descuentos", gracias a lo que está "priorizando la rentabilidad sobre la cuota de mercado".
A ello se suma su intención de "reducir las pérdidas en Latinoamérica". En su programa de reestructuración, según detalla la entidad, está contemplado el despido de 5.000 personas en Brasil y 2.000 en Argentina en los próximos cinco años. La casa de análisis señala que la automovilística "ya redujo el 17% de la mano de obra en Brasil en noviembre de 2016, recortando sus costes y aprovechando recientemente el repunte del mercado brasileño de vehículos, que creció en marzo por primera vez en dos años".
Los inversores no corren tanto
Aunque la alemana sí que ha sido capaz de recuperar su consejo de compra y se posiciona como la mejor recomendación entre las mayores automovilísticas de todo el mundo, los inversores no han sido tan rápidos como los analistas.
Es por ello que sus títulos todavía cotizan alrededor de un 12% por debajo del nivel al que lo hacían antes de que se conociera que trucaba sus motores. Pese a ello, sí que han contado con un rebote de más de un 44,5% desde los mínimos a los que cedió tras salir a la luz la noticia. Además, en lo que llevamos de año ha experimentado un avance de cerca del 7,9%, que no impide que el consenso de mercado que recoge FactSet todavía le otorgue un potencial alcista para los próximos doce meses del 9,8%, lo que la situaría en los 162,43 euros en los que tiene establecido su precio objetivo.
La automovilística logró salir el pasado ejercicio de los números rojos a los que se vio abocada en el año 2015 y obtuvo unas ganancias de 5.225 millones de euros. Este año se espera que doble su beneficio y obtenga 11.448 millones.