La semana pasada nos preguntábamos si algo había cambiado y la conclusión a la que llegábamos era que había que exigirle todavía más al giro alcista para poder confiar en el mismo. Tenemos claro que a corto hemos visto un suelo en los mínimos de hace dos semanas pero para hablar de que este suelo puede ser sostenible más allá de dos o tres semanas es necesario más. Mucho más no, pero algo más sí.
La tendencia sigue siendo bajista y prueba de ello es que a las primeras de cambio ha vuelto a demostrar de lo que es capaz. Después de la impresionante vuelta semanal era normal que asistiéramos a una fase de ajuste de parte de la misma antes de tener una teórica continuidad en las subidas. Pues bien, normalmente y atendiendo a lo que ha ocurrido en el pasado, este tipo de ajustes duran entre una y tres sesiones y luego la presión compradora suele imponerse. El hecho de que esta reacción alcista se hiciera tanto de rogar - no fue hasta el jueves - ya fue indicativo de que la presión compradora no las tenía todas consigo y lo que acabó de rematar la faena fue el cierre semanal. No solamente no continuaba el viernes la reacción iniciada el jueves sino que las ventas se acabaron imponiendo claramente.
Esto da que pensar y mucho ya que en un contexto de fortaleza lo normal sería haber asistido a un nuevo viernes glorioso para los alcistas, donde los índices hubieran sido capaces de superar primeras resistencias significativas, cuya ruptura iría en la línea de que el suelo visto hace dos semanas podría ser sostenible en el tiempo. Vamos a lo que interesa.
¿Dónde se localizan esas referencias? Son dos y ambas son muy claras. La primera está en los máximos de estas dos últimas semanas. Su superación a cierre diario y sin divergencias significativas entre los principales índices, esto es, que todos consiguieran batirla, alejaría el riesgo bajista y, cuando menos, nos avisaría de que volvemos a estar laterales. La segunda y fundamental, que confirmaría la salida del lateral y advertiría de alzas en próximas semanas, se encuentra en la última cresta visible en gráficos de medio plazo y que en el Ibex 35 (IBEX.MC) está en los 12.000 enteros y en el Eurostoxx 50 en los 3.455.
