Bolsa, mercados y cotizaciones

Raimundo Martín: "Europa se sume en la incertidumbre"

  • Prevemos una recesión técnica, no duradera, a comienzos del 2017

Justo hoy se cumplen tres semanas de la debacle que vivieron los mercados como consecuencia de la decisión de los británicos de abandonar la UE. Las incertidumbres generadas por este resultado son demasiado importantes en estos momentos como para determinar con precisión las consecuencias para la economía británica y europea. Las negociaciones serán largas y la situación no se aclarará hasta pasados muchos meses.

En primera instancia, la constatación inmediata tras la decisión del electorado británico es que nada ha cambiado, ni lo hará a muy corto plazo. El Reino Unido, con alto índice de probabilidad, no invocará pronto el artículo 50 del Tratado de Lisboa para notificar su deseo de salir de la UE. Los dirigentes europeos han dejado claro que las negociaciones sobre las relaciones bilaterales futuras no se entablarán hasta que se invoque este artículo.

A día de hoy, el Reino Unido sigue siendo miembro de la UE y de su zona de libre comercio, y todos los acuerdos se mantienen en vigor. No obstante, se espera una ralentización del crecimiento para el segundo semestre y un freno a la inversión. Las repercusiones para el consumo se desconocen todavía. Prevemos una recesión técnica a comienzos de 2017, pero descartamos la posibilidad de una recesión duradera. En Europa, el crecimiento se verá afectado por las mismas razones, pero en menor medida. Se prevé una desaceleración de 0,25 puntos básicos en el año.

En este contexto, como comentábamos, el primer componente del PIB que se verá afectado será la inversión, ya que necesita certidumbre a medio plazo para materializarse. No obstante, esta circunstancia conlleva un riesgo muy localizado, ya que el Reino Unido supone apenas el 4% de la economía mundial. El riesgo reside también en una posible reactivación de la crisis de la zona euro y en el auge de los populismos de cara a las próximas e importantes citas electorales en Italia y Francia.

Por lo que respecta a la evolución de las bolsas, extrañamente, el índice inglés se anotó los mayores avances (en moneda local), con una subida de casi el 5%. La depreciación de la libra y la escasa exposición del índice al mercado interno explican este comportamiento. Por su parte, EEUU permaneció estable mientras que los mercados europeos cayeron; dentro de estos últimos, los países de la periferia sufrieron más que sus homólogos alemán y francés.

En Mirabaud, el resultado del referéndum nos ha llevado a revisar nuestra asignación regional en los mercados de renta variable. En líneas generales, la asignación a acciones europeas ha pasado a ser neutral y hemos incrementado nuestra posición en renta variable de EEUU. Nuestro escenario de desaceleración del crecimiento, pero sin recesión mundial, nos lleva a mantener una asignación global neutral en renta variable. Dos razones principales explican este reposicionamiento.

De un lado, en Europa las políticas monetarias siguen siendo eminentemente expansivas y prevemos un refuerzo de los programas de compras de activos. Pero desde hace varios meses, parecen haber perdido su eficacia para sostener las cotizaciones bursátiles. Según la teoría, los vendedores de bonos, que ven cómo su liquidez aumenta con las compras de los bancos centrales, destinan este dinero a otros activos, en especial acciones; pero este efecto no se ha dado en los mercados europeos desde comienzos de año.

Por otra parte, la incertidumbre sobre la evolución futura de la economía limitará las posibilidades de incremento de los múltiplos (a pesar de la corrección reciente) y tirará al alza de la prima de riesgo demandada por los inversores. El deterioro previsto de los índices de confianza ?reacción típica tras una crisis en los mercados? debería limitar las entradas de capitales en las bolsas europeas en beneficio de la renta fija y de regiones como EEUU y emergentes. Los triunfadores han sido los activos que ofrecen seguridad. El oro subió casi un 9%, las monedas refugio (dólar, yen y franco suizo) se revalorizaron y la deuda pública inglesa, de EEUU y europea de la máxima calidad se beneficiaron de los avances anotados en la última semana de junio.

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