
El cobre se ha convertido en un metal precioso, últimamente. Mientras los gigantes de la minería como Anglo American o Glencore se dedican a vender a toda prisa casi cualquier propiedad de su cartera -desde mineral de hierro a activos agrícolas, como acaba de hacer Glencore- para hacer frente a sus deudas en un mercado de materias primas bajista que no les reporta los ingresos que necesitan, hay una sola cosa de la que no se van a deshacer: del cobre.
Resulta que este metal es uno de los pocos de los que se espera que haya escasez en los próximos años, puesto que no se están haciendo las inversiones necesarias para poner en marcha hoy las minas que abastezcan la demanda que habrá al final de la década.
Y como es lógico, quienes tienen líquido para invertir ya están movíendose hacia el cobre, como demuestra una convención que se celebra esta semana en Chile (uno de los mayores productores) en la que se van a reunir tanto representantes de empresas mineras como del sector financiero.
"El cobre es la materia prima más apetecible", reconoce Michael Scherb, fundador de Appian Capital Advisory, que señala además que su compañía se está centrando en este metal como fuente de rentabilidad.
No es casual por eso que Rio Tinto, la segunda mayor minera del mundo, haya designado a su máximo responsable de cobra como su nuevo consejero delegado. Por delante de ella, BHP Billiton se centra ahora en invertir precisamente en este metal después de reservarse 10.000 millones de dólares a base de recortar dividendos y en otras inversiones en capital.
El problema para los compradores es que nadie quiere vender. Un caso paradigmático es el de Anglo American, cuya deuda está calificada como basura por sus apuros financieros, y que pese a ello pasa de vender sus gigantescas minas de cobre de Los Bronces y Collahuasi.
"Estos son activos de primera categoría a nivel mundial, y ambos son claves en nuestra estrategia respecto al cobre: las dos minas tienen potencial (de incrementar la producción) cuando los precios sean los adecuados y el mercado esté listo para expandirse".
Otras mineras piensan igual que Anglo American, así que el mercado de compraventa de activos mineros está prácticamente parado. "Hay mucho humo, mucha charla, pero no se cierran acuerdos porque los vendedores tienen un precio en mente y los compradores otro completamente distinto", explica Oskar Lewnowski, fundador de Orion Mine Finance Group.