
En lo que va de 2015, la bolsa española ha tenido un comportamiento positivo pero claramente inferior al de los principales mercados de la eurozona. El Ibex 35 está un 5% por debajo del EuroStoxx 50, casi un 7% por debajo de Francia y Alemania y, atención, un 9% por debajo de Italia.
Para todo hay una razón y, en economía y finanzas, a posteriori, siempre encontramos la explicación para los hechos conocidos. En primer lugar, en enero el Banco Santander hizo una gran ampliación de capital por valor de 7.500 millones de euros que, por la dilución de beneficios que provoca, ha lastrado la cotización de la entidad financiera.
La entidad acumula un comportamiento negativo de alrededor del 15,5% frente al Ibex 35, lo que aplicado a su ponderación (18% aproximadamente) da como resultado un 2,8%. En otras palabras, de no ser por el Banco Santander, a día de hoy, el Ibex estaría un 2,8% por encima de lo que está, recortando sensiblemente las distancias con el resto de índices del Viejo Continente. Aunque estos números no sean exactos, creo que son bastante aproximados.
Geopolítica
Después está el tema de Grecia. Aquí, sin embargo, la explicación va algo más allá del hecho de estar en la periferia europea. Italia también es periférica y en cambio está a la cabeza. La situación política es, en mi opinión, la explicación de esta discrepancia. En España venimos de una estabilidad política que parece claro que en 2015 va a dejar paso a una situación más compleja e inestable. El ascenso de Podemos, al que se equipara con Syriza, añade incertidumbre al ser una nueva opción sin experiencia de gobierno y con un mensaje de corte radical. En Italia, en cambio, el gobierno de Renzi cumple un año y, aunque no ha logrado grandes avances en sus reformas, lo cierto es que ha abandonado la primera plana de las noticias y con eso ha bastado para dejar correr al mercado. La política en España es sin duda la gran incógnita de 2015.
Con este peor comportamiento de la bolsa española se ha corregido la diferencia en múltiplos que pesaba sobre nuestro mercado. A precios actuales, nuestro mercado está en línea con la media de la zona euro, con ratios de precios sobre beneficios de entre 14 y 15 veces. ¿Es justo que España cotice al mismo nivel que la eurozona? Eso depende de las expectativas de crecimiento de los beneficios futuros. A mayor crecimiento se justificaría una ratio más alta.
Porque lo cierto es que la economía española sigue su curso y las previsiones siguen mejorando para este año y el que viene. En 2015 España puede tener un crecimiento económico de casi el doble que el de la eurozona (algo por encima del 2%, frente al 1,1% del consenso para la zona euro). Los últimos datos permiten ser optimistas en cuanto a la dirección de la actividad. En la publicación de resultados de compañías españolas de servicios (eléctricas, autopistas) se han dado avances de la demanda de este primer mes y medio muy positivos, con tráfico y demanda eléctrica y de gas en plena aceleración. Por tanto no sería de extrañar que viéramos en 2015 un proceso de revisión al alza de las previsiones, semejante al que vimos en 2014.
En estas circunstancias, mi impresión es que la corrección relativa estaría completa y que en la medida en que las circunstancias extraeconómicas (política nacional e internacional) no evolucionen desfavorablemente, podríamos volver a ver un cierto círculo virtuoso con un mercado que se acelera porque la economía crece y ésta a su vez da un nuevo impulso al mercado.
¿Demasiado optimista? Quizá sí, pero viendo cómo se está resolviendo lo de Grecia, todo es posible.
Antonio Hormigos, director de inversiones de Mirabaud.