Bolsa, mercados y cotizaciones

Dos años de la 'borrachera' de dólares de la Reserva Federal

Se cumple el segundo aniversario del tercero y más agresivo programa de compra de activos de la Fed, el 'Quantitative Easing III', el último fruto de la heterodoxia monetaria del expresidente de la entidad, Ben Bernanke, que ha contribuido a disparar a Wall Street un 40% a máximos históricos

El mes de septiembre de 2012 cambió el rumbo de la crisis financiera gracias a un doble golpe de mano de los dos principales bancos centrales del mundo, el europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed). El 6 de septiembre la entidad europea cambió el destino del euro al aprobar el que ha sido "el programa más efectivo" de la institución, en palabras de su presidente, Mario Draghi. Ese día anunció el OMT con el que ponía nombre y apellidos a su voluntad de "hacer todo lo que sea necesario para salvar el euro".

Apenas una semana después, justo hace dos años, la Fed tomaba el relevo de la institución europea con la tercera y más agresiva ronda de compra de activos, el Quantitative Easing III (QE3). Un billón y medio de dólares después el mercado está en máximos históricos, la economía crece a un ritmo notable y el mercado laboral del país sigue mostrando síntomas claros de debilidad. El dopaje de la Reserva Federal ha permitido a Wall Street anotarse una subida próxima al 40 por ciento y revalidar sus máximos históricos. De hecho, en este periodo, el mercado se ha movido al ritmo que ha ido marcando la entidad monetaria. En un primer momento, el programa de compra fue dotado con 40.000 millones de dólares mensuales para la adquisición de títulos hipotecarios. Fue a partir de enero de 2013 cuando la entidad puso toda la leña en el fuego duplicando el programa hasta 45.000 millones destinados a la compra de bonos del Tesoro.

Entre los grandes beneficiados de la acción de la Fed están las arcas públicas de EEUU y también al mercado inmobiliario. Su compra de deuda del Tesoro permitió rebajar los tipos a mínimos históricos durante este periodo, lo que permitió al Estado contener el déficit. Por otra parte, la recuperación del sector de la vivienda vino de la mano de una gran oferta de crédito hipotecario. Los bancos eran los primeros interesados, ya que después podían vender estos títulos a la Fed con Freddie Mac y Fannie Mae como intermediarios. Dos años después, los precios de la vivienda y las cifras de la construcción han vuelto a niveles previos a la crisis.

Detractores y política monetaria

Billón y medio de dólares no dejan indiferente a nadie. Los tres programas de compras de activos han recibido tantos halagos como críticas. Uno de los detractores que más sorprendieron fue Andrew Huszar, un ex alto responable de la Fed que participó en el primero de los QE. "Lo único que puedo decir es: lo siento", confesó en noviembre de 2013, "he venido a deciros lo que verdaderamente es: el mayor rescate financiero de la historia de Wall Street por la puerta de atrás". Hasta cierto punto, el rescate de la bolsa pudo ser uno de los objetivos secundarios, pero positivos, de los QE. El presidente de la entidad durante la crisis, Ben Bernanke, reconoció que "la caída del consumo, hasta cierto punto, se debe a los precios de las acciones", ya que la inversión de las familias en bolsa en el país es mayor que en Europa.

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