Bolsa, mercados y cotizaciones

Japón pide a Kuroda otra 'llave' alcista

El 4 de abril de 2013 Haruhiko Kuroda protagonizó el que probablemente fuese el debut más espectacular de un gobernador de un banco central. El flamante presidente del Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) sacó toda su artillería para bombardear al país con millones de yenes. La acogida de la medida fue muy positiva, la economía se reanimó rápidamente y los mercados experimentaron el mayor avance en un lustro.

Un año después, queda poco de aquel optimismo, en su lugar hay muchas dudas sobre la sostenibilidad de estas políticas y los desequilibrios internos que pueda originar este juego con cañones. A la espera de ver cómo asimila la economía esta inundación de dinero, el Banco de Japón se plantea la posibilidad de una nueva ronda de disparos.

Que el Nikkei haya reaccionado con fuerza en las últimas semanas no es algo coincidente. La corrección del principio de año parece haberse agotado justo en el momento en el que los indicadores macroeconómicos comienzan a dar más signos de debilidad. En las últimas dos semanas y media el selectivo nipón acumula una revalorización de un 6% y se encamina hacia sus máximos desde el mes de enero.

La reacción alcista de los inversores a la debilidad económica no es una mera cuestión de coincidencias. También se produce en el momento en el que los analistas comienzan a temer una contracción de la economía japonesa en el segundo trimestre del año. Las firmas de análisis encuestadas por Bloomberg esperan una caída del PIB del 3,5% entre abril y junio. Para acabar de complicar las estimaciones, en abril se produjo la primera subida del impuesto al consumo del país en 17 años, que pasó del 5 al 8%.

Apariencia y realidad

La debilidad de la economía aparentemente debería tener un efecto negativo sobre la evolución del mercado, pero la realidad está mostrando justo lo contrario. ¿Qué pasa aquí? La explicación es bien sencilla: si fallan los indicadores macro, el Banco de Japón volverá a descargar su arsenal monetario sobre el mercado. Desde la entidad se han encargado de recordar a los inversores que están dispuestos a actuar con contundencia si no consiguen su objetivo de alcanzar una inflación del 2% -actualmente está en el 1,5%- o si la base monetaria no se duplica -ha aumentado en 1,5 veces en el último año-. Puede ser el momento de que Kuroda celebre su primer aniversario al frente del BoJ por todo lo alto.

Una nueva ronda de estímulos monetarios del BoJ contribuiría a debilitar más el yen, que es quien carga con las esperanzas alcistas del Nikkei. Las previsiones de resultados empresariales del sector exportador son muy positivas y se basan en el aumento de la competitividad del país gracias a la caída de la divisa. Pero en economía, "nada es gratis", como afirmaba el propio Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal. La caída de la divisa ha multiplicado los costes de las importaciones y ha disparado el déficit comercial del país a máximos históricos.

El mercado espera ansioso una nueva ronda de estímulos que, a corto plazo, podría significar alcanzar nuevos máximos para el Nikkei desde 2007. "Japón puede ofrecer los retornos más interesantes después de Europa", advierte Fernando Hernández, director de gestión de Inversis Banco, "aunque siempre hay que tener en cuenta que es el mercado más volátil dentro de los desarrollados". El Nikkei puede encontrar otra ayuda en la tercera flecha del Abenomics: la de la reforma fiscal. Japón pretende iniciar una fase de liberalización de algunas de sus normativas más anquilosadas. "Da la sensación de que el Gobierno quiere activar un programa de flexibilización regulatoria que podría animar a la economía", explica Hernández.

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