
Una de las palabras más utilizadas entre el sector financiero de EEUU ha sido el temido tapering. Un término con el que Wall Street ha bautizado la posible reducción en la compra de bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas por parte de la Reserva Federal.
Los expertos señalan que ha llegado el momento en que la Fed comience a retirar la respiración artificial. Según una encuesta realizada por el Wall Street Journal, un 25% de los analistas espera que Ben Bernanke y el resto de integrantes del Comité de Mercados Abiertos de la Fed (FOMC) anuncien una rebaja en su programa de compras, probablemente en 10.000 millones menos al mes.
Habrá que esperar
Aún así, para la mayoría del consenso, la Fed esperará al primer trimestre de 2014 para este cometido, teniendo en cuenta el cambio de poderes entre Bernanke y Janet Yellen, así como la espera de nuevos datos macroeconómicos que afiancen el buen estado de la economía. Dicho esto, como apuntaba Kit Juckes, estratega de Société Générale, "el mercado ya ha descontado una reducción de los estímulos".
Pese a que todavía quedan flecos sueltos, Bernanke se queda sin argumentos para seguir manteniendo una compra de activos que ha disparado el balance del banco central hasta los 4 billones. Con el proyecto de Ley sobre el Presupuesto para 2014 y 2015 a punto de ser aprobado en el Senado, desaparecen las dudas sobre los ajustes fiscales y se enmienda la brusca austeridad aplicada a comienzos de año.
Excusas que han mantenido a la Fed expectante antes de dar luz verde a su tapering, un hecho que ya vapuleó a los mercados de riesgo y afectó a los emergentes a comienzos de verano y para el que ha habido meses de concienciación. Ahora sólo falta que bien Bernanke o Yellen en 2014 aprieten el freno.