
Otro verano más, la historia se repite. Como ya ocurrió el anterior, a falta de cinco meses para que termine el año, algunas entidades han revisado al alza las remuneraciones de sus depósitos a más corto plazo (entre uno y seis meses), hasta el punto de que ahora sus intereses igualan los que brindan los depósitos a un año.
Como suele ser habitual a estas alturas del ejercicio, la banca tiene muy en cuenta cuál es la mejor forma de cuadrar la liquidez que precisa para obtener la mejor fotografía posible de sus balances al finalizar el año. Y los depósitos con vencimiento en los próximos seis meses se han convertido en un recurso recurrente del sector en esta época para obtener financiación que compute en sus cuentas de resultados al término del año.
Con esta nueva estrategia de captación de pasivo del sector se termina la máxima que suele imperar de que cuanto mayor es el tiempo que se retiene una inversión inmovilizada, mayor es la recompensa que el ahorrador obtiene a cambio. Basta con echar un vistazo a la oferta comercial de las entidades para observar que ahora es igual de rentable invertir en una imposición con vencimiento a seis meses que a un año.
En qué bancos ocurre
A pesar de que los rendimientos que ofrecen estos productos son cada vez más bajos después de que el Banco de España (BdE) recomendara limitarlos en enero, si ahora quiere depositar 5.000 euros en uno, conviene saber que en entidades como OficinaDirecta (la filial online de Popular), el ahorrador puede obtener una TAE del 1,5 por ciento si retiene su inversión seis meses, la misma que lograría si mantiene su dinero en el depósito un año entero. Se trata de la misma situación que se produce en entidades como Bankia o Sabadell.
En Openbank (la entidad online de Santander), por el contrario, uno de los cinco bancos que mantiene la remuneración de su plazo fijo en el 2 por ciento -junto a La Caixa, CatalunyaCaixa, Bankinter y Oficinadirecta-, el inversor podrá acceder a esta retribución tanto si se decanta por su imposición a plazo fijo con vencimiento a 4 meses, como si lo hace por la que vence en 13 meses. La diferencia entre ambos productos es que el primero no requiere de importe mínimo de contratación, el segundo sí. El cliente necesitará un mínimo de 25.000 euros para optar al 2 por ciento a 13 meses, ya que por debajo de esa cantidad la rentabilidad cae hasta el 1,85 por ciento.
Aún existen más variedad de plazos. Por ejemplo, ActivoBank (la filial en Internet de Sabadell) ofrece tres depósitos con distintos vencimientos -a uno, tres y doce meses-, que presentan idénticas rentabilidades: un 1,5 por ciento. A un mes es necesario invertir un mínimo de 600 euros. A tres meses, la cantidad asciende hasta los 3.000 euros, la misma que se precisa para contratar la imposición con vencimiento a un año.
Qué esperar a la vuelta del verano
Aunque septiembre es uno de los meses en los que más vencimientos de depósitos se producen -además de entre abril y mayo- y suele implicar que la banca revise al alza la rentabilidad de sus imposiciones, todo apunta a que este año la vuelta del verano será distinta. El entorno de bajos tipos de interés (actualmente se sitúan históricamente reducidos en el 0,5 por ciento) y la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) vuelva a reducirlos de nuevo permiten presagiar que, en esta ocasión, las entidades no modificarán al alza su oferta comercial.