Bolsa, mercados y cotizaciones

El fin de los estímulos en EEUU condena al oro a una caída del 20% desde abril

La intención de la Reserva Federal de retirar gradualmente el QE3 (Quantitative Easing, en inglés) si la economía de Estados Unidos sigue acompañando está haciendo perder brillo al oro por su función de activo refugio. Fue Dennis Lockhart, el presidente de la institución en Atlanta, quien dijo ayer que la Fed podría comenzar a recortar el programa de compra de bonos en alguna de las próximas tres reuniones.

Las palabras de Lockhart provocaron una reacción en cadena: mayores caídas en las bolsas y en los activos de protección como el oro. La onza del metal precioso perdió los 1.300 dólares y acumula un descenso del 20% desde principios de abril.

"Si la Fed retira los estímulos monetarios antes de lo previsto es porque la economía americana está recuperándose, lo que implicaría una futura subida de tipos por parte de la Fed provocando que los inversores buscasen alternativas con unos rendimientos más elevados (el oro no ofrece ningún rendimiento)", explica Gerard García, de Morabanc. Por lo pronto, el precio de la onza de oro continuó recortándose como en las cinco sesiones anteriores y se situó al cierre de la sesión en los 1.282 dólares, aunque llegó a marcar un mínimo intradía en los 1.279 dólares.

A pesar de esta nueva corrección, Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros, no descarta que pueda verse en el oro otro segmento alcista para posteriormente "retomar su tendencia bajista". De hecho, el analista no ve una ventana de entrada en el metal hasta que no caiga a los 1.100 dólares. Un precio no visto desde abril de 2010.

Aparte de la retirada del QE3 en Estados Unidos, Javier Urones, de XTB, también señala los bajos tipos de interés de los bancos centrales y la desaceleración de China como otro de los factores que están influyendo en el comportamiento del metal precioso. "Los 1.300 dólares es un soporte fuerte para tomar posiciones bajistas en el activo", dice el experto, ya que prevé que a finales de año el precio pueda situarse entre los 1.082 y los 1.092 dólares.

Cede un 23% en 2013

La mejora del ciclo económico, incluyendo el menor riesgo sistémico en Europa, hace que el oro sólo sume dos meses en positivo en lo que va de año y que los intensos flujos de salida se hayan traducido en pérdidas de más del 23 desde enero.

Según datos de BlackRock, las ventas en los ETPs con exposición al oro ascienden a 30.900 millones de dólares en lo que va de año tras continuar en julio este éxodo (las salidas alcanzaron los 2.600 millones tras los 4.300 millones de dólares registrados en junio). Por su parte, Marcus Grubb, director gerente de inversión en el Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés), dijo a la CNBC que los inversores en ETF de oro han vendido alrededor de 650 toneladas de lingotes en lo que va del año. Una cantidad equivalente a la que se precipitó en el mercado ocho meses después del colapso de Lehman Brothers, cuando los inversores buscaban un refugio seguro, según explicó.

"Veremos un mercado más fuerte a finales de año y en el próximo ejercicio", pronosticó Grubb a la CNBC. Un tono muy distinto al que dejó ver Nouriel Roubini hace unos días cuando dijo que los precios del oro podrían caer hasta los 1.000 dólares la onza en 2015.

Para un futuro más inmediato, Ole S. Hansen, analista senior de materias primas de Saxo Bank, asegura que "el oro pasará un tiempo entre los 1.200 y los 1.350 al estar la mayoría de los factores negativos recogidos en el precio para luego ver un posible rebote hasta los 1.450 antes de terminar el año en torno a los 1.375 dólares".

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