
La Reserva Federal estadounidense (Fed) ha mejorado sus perspectivas sobre el crecimiento de la primera economía mundial. También es más optimista con la bajada del paro. ¡Buenas noticias! Eso es lo que nos diría la lógica a priori. Pero, en cambio, la reacción inmediata de los inversores en el primer día post-reunión fue la de vender acciones en todas las bolsas y, especialmente, bonos.
Se aceleró el repunte que estaban teniendo las rentabilidades de la deuda considerada más segura como es la de EEUU o Alemania, pero también la de países de la periferia europea como España. De hecho, el bono español a diez años vivió su peor sesión desde agosto con lo que la prima de riesgo escaló 21 puntos básicos hasta los 319 puntos.
¿Por qué una noticia positiva, como es la de mejores previsiones, desata este pesimismo? El mensaje con el que se queda en el mercado es que, gracias a esta visión más optimista, la institución ya ha marcado una hoja de ruta para retirar los estímulos que hasta ahora han mantenido a salvo a activos como la renta fija.
Si el problema se acerca a su fin, ya no requiere de tanta ayuda y la Fed podría reducir las compras de activos "a finales de 2013" y zanjarlas a mediados del siguiente si se cumple su pronóstico. El presidente de la Fed, Ben Bernanke, ha quitado así una piedra importante que deja caer el muro de la liquidez que protegía a los mercados.
"Los precios han dependido hasta el momento más del dinero que de la economía", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. Aunque el experto recuerda que en estos momentos "más medidas, o incluso mantenerlas, podrían tener más consecuencias negativas que positivas".
En busca de más interés
Con lo que se quedan los inversores es con que los bonos se pueden quedar desprotegidos. Se esperaba, pero esta vez ha tenido que confirmarlo la Fed para salir corriendo -tampoco ayudó el mal dato sobre la economía china-. La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años llegó a subir hasta el 2,469% durante la sesión, desde el 2,35% del día anterior, lo que supuso el nivel más alto desde agosto de 2011, cuando Standard & Poor's le quitó la triple A en medio del debate sobre el techo de gasto. Hace solo un mes que esta deuda cotizaba a un rendimiento inferior al 2 por ciento.
Los inversores huyeron de la renta fija para quedarse en modo liquidez a la espera de poder cazar mayores rentabilidades. Y es que si hay más ventas, como siempre, los precios caerán y con ello aumentarán los intereses que ofrece la deuda en el mercado.
"Esperamos un avance en las rentabilidades en el secundario [donde se intercambian los bonos tras ser emitidos], aunque el 10 años europeo repuntará menos que el estadounidense", opina Estefanía Ponte, directora de estrategia de Cortal Consors. Las previsiones de la firma son que la deuda a una década de EEUU se situará en el 2,5% este año y en el 3% en 2014.
También en Europa
Tras la reunión del miércoles la otra conclusión es que puede pasar tiempo hasta que la Fed suba los tipos de interés -un 80% de los miembros del banco central espera el alza en 2015-, pero en Europa también se instaló una sensación de un final cercano de la política monetaria actual de EEUU.
El interés de los bonos alemanes, los que se consideran el refugio europeo, repuntó del 1,55 al 1,66 por ciento, un nivel no visto desde febrero. Aunque mayor fue la subida en la deuda española. El bono a una década pasó del 4,53 al 4,85%, el interés más elevado desde abril. "Es difícil que volvamos a ver al bono español a 10 años por debajo del 4%. Creemos que la rentabilidad avanzará hasta el 5% en 2014", pronostican en Cortal Consors.