Los mercados siguen enganchados a las políticas monetarias de los bancos centrales. Y en cuanto hay expectativas que no se cumplen... las bolsas reaccionan. La decepción que causó que el Banco de Japón (BoJ) no anunciara una extensión en las medidas para limitar la volatilidad de la deuda pública y el debate abierto en Alemania sobre la legalidad del plan de compra de bonos soberanos (OMT) del Banco Central Europeo (BCE) hicieron saltar las alarmas en Europa.
Continuó la venta masiva de los bonos y las bolsas europeas reaccionaron con fuertes caídas. El Ibex 35 fue el indicador más penalizado del Viejo Continente: perdió los 8.100 puntos y entró en pérdidas en el año.
"Las bolsas responden a lo que hace el mercado de deuda y éste se está tensionando por la posibilidad de una retirada del QE, por la inestabilidad que se está viendo recientemente en Japón y por la inacción del BCE", argumenta Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG. El Ibex 35 cerró en negativo por segunda sesión consecutiva al registrar su mayor caída desde el mes de abril. Se dejó finalmente un 1,68%, hasta los 8.089 puntos, aunque las caídas en el indicador español llegaron a ser del 3% durante la jornada.
"La pérdida de los mínimos de la semana pasada nos pone en alerta, pero el soporte clave para el Ibex 35 está en los 7.700 puntos", asegura Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros para Ecotrader. Los descensos generalizados de en Europa dejan ya a la bolsa española en números rojos y a la italiana con subidas de sólo el 0,08%. La penalización que sufren los bancos en lo que va de ejercicio (Sabadell cede un 29% y Santander un 13%, por ejemplo) le lleva a perder ya un 0,96%.
¿Pinchazo en la renta fija?
Las dudas que han surgido en los últimos días con la inacción de los bancos centrales explican las ventas generalizadas de los activos de riesgo. Ni siquiera la renta fija considerada segura, como la alemana y la estadounidense, ha sido intocable en las últimas fechas, lo que ha alimentado la afirmación de muchos expertos de una burbuja en el mercado de renta fija. "En la fuerte corrección del mercado de renta fija ha tenido una gran culpa el cambio del yen", apunta Miguel Ángel Paz, de Unicorp. El analista explica que nada más comenzar a apreciarse la divisa, los inversores han deshecho las posiciones tomadas para apresurarse a devolver los yenes y en estas ventas se han desprendido de bonos refugio, periféricos, corporativos, high yield y bonos emergentes.
Los bonos alemanes y estadounidenses consiguieron descolgarse a última hora de las ventas masivas que se producían en los de la periferia. Y es que en la deuda pública de países como España, Italia y Francia pesaba, además de que el Banco de Japón no hubiera extendido los plazos de los préstamos que realiza a las entidades niponas tal y como esperaba el mercado, la posibilidad de que el Tribunal Constitucional Alemán declare ilegal la compra de bonos soberanos. Un plan que en palabras del propio presidente del BCE, Mario Draghi, "ha sido la acción con más éxito que se ha tomado en los últimos tiempos". Los expertos ven poco factible que Alemania declare las compras de bonos del BCE (OMT) contra las leyes del país germano, pero sí contemplan que a partir de septiembre -cuando se espera que se conozca la decisión de la evaluación de estos dos días- puedan imponer alguna clase de limitación en su aplicación.
"Si este programa contara con la oposición de Alemania y si la Corte Suprema pusiera obstáculos insalvables, el mercado volvería a tener la imagen de una Europa desunida e incapaz de llegar a un acuerdo con caídas fuertes en las bolsas y, lo que es más preocupante, crispaciones de nuevo en las primas de riesgo", apunta Daniel Álvarez, de XTB. , por lo pronto, después de que en la jornada anterior Mario Draghi asegurara que la entidad no usará su programa de compra de bonos para evitar la insolvencia de un país, la rentabilidad del bono español a 10 años repuntó del 4,596 al 4,66%, aunque llegó a superar el 4,76% durante la sesión. Recuerde que la renta fija se comporta de manera inversa a la bolsa. Es decir, la rentabilidad sube con las ventas.
No obstante, el precio de la deuda se situó al cierre por debajo del 4,691%, los niveles a los que llegó el pasado jueves, cuando el mensaje insulso de Draghi volvió a tensionar el mercado de deuda hasta llevar a la prima de riesgo por encima de los 300 puntos básicos.
Por su parte, las ventas de bonos franceses e italianos con vencimiento a una década elevaron su rentabilidad hasta el 2,213% -máximos desde febrero- y el 4,367%, respectivamente. Pero las ventas también se impusieron en Japón. A pesar de que el Banco de Japón se mostró más optimista con la evolución de la economía por el repunte de las exportaciones y de la producción industrial, los inversores se decantaron por deshacerse de la deuda del país. La rentabilidad del bono japonés a 10 años repuntó desde el 0,842 al 0,889%, aunque sus máximos anuales están ubidados en el 0,93% de finales de mayo.
"En cuanto haga suelo el yen, lo más probable es que vuelva el Carry trade y beneficie a los activos de riesgo", apunta Paz. Por su parte, el euro consiguió superar la barrera de los 1,33 en su cruce con el billete verde.