Aún se puede encontrar valor a pesar del buen comportamiento vivido por la renta variable nipona, sobre todo porque el yen empieza a revalorizarse en su cruce contra el dólar y el euro
Si algo ha definido al mercado japonés en los últimos meses ha sido el espectacular acelerón de la renta variable y la fuerte devaluación de la divisa como consecuencia de las medidas adoptadas por el primer ministro, Shinzo Abe, conocidas popularmente como Abenomics. De hecho, desde principios de año el Nikkei 225 se ha revalorizado un 23,88%, mientras que, en este mismo periodo, el yen en su cruce contra el dólar se ha depreciado un 9,3% y frente al euro un 9,8%.
No obstante, llegados a este punto puede que la fortaleza japonesa comience a desmoronarse. Y es que desde el pasado 22 mayo, día en que el Nikkei marcó máximos desde 2007, el selectivo se ha derrumbado un 17,4% -la semana pasada volvió a perder los 13.000 puntos por primera vez desde abril-, aunque como punto positivo para el inversor foráneo el yen se ha apreciado contra el dólar y el euro un 8% y un 4,7%, respectivamente. Por todo ello, ¿comienza a agotarse el recorrido del mercado nipón y es momento de abandonarlo? Para algunos analistas como Rubén de la Torre, gestor de renta variable de Inversis Banco, ésa sería la opción más prudente: "Si el mercado vuelve a normalizarse a lo mejor nos daría una nueva oportunidad de entrada, pero hay que esperar a que se normalice la volatilidad", señala. Sin embargo, no todos coinciden con esta visión, ya que algunos piensan que todavía se puede sacar tajada de Japón y, en este sentido, son varias las opciones que el inversor puede bajarar.
Una de ellas es confiar en la renta variable nipona. "Creemos que es probable que los precios de las acciones continuen aumentando a medida que la economía de EEUU mejora, pero cualquier caída en las cotizaciones bursátiles japonesas representa un buen momento para comprar en la debilidad", apuntan desde Citi.
La 'Abenomía'
Sandra Crowl, miembro del comité de inversión de Carmignac Gestion, indica que a pesar de la volatilidad que vive la renta variable japonesa, "debería entrar a formar parte de una cartera de renta variable diversificada dado el firme compromiso del programa reflacionista de la llamada Abenomía. Las compañías exportadoras, como las del sector automovilístico, ya se han empezado a beneficiar de un yen más débil y las perspectivas de un mayor crecimiento beneficiarán a los sectores que son sensibles al ciclo económico, como el financiero".
En este contexto, la mejor manera de aprovechar el potencial de la bolsa nipona es a través de fondos de inversión cubiertos frente al efecto de la divisa (en caso contrario, todo la rentabilidad ganada por la subida de las empresas japonesas puede perderse por la caída del yen). Una de las opciones es el BBVA Bolsa Japón (Cubierto) FI con una rentabilidad en el año superior al 27% y una inversión mínima de 600 euros. Aunque si es una cantidad demasiado elevada tiene el Bankia Bolsa Japonesa FI que requiere una aportación mínima de 100 euros y en el último año consigue una rentabilidad del 49,71%. Pero de todos ellos, sólo el Russell IC Japan Equity C cuenta con 4 estrellas Morningstar de un máximo de 5. Este producto tiene en cartera a compañías como Toyota, Sumitomo Mitsui o Mitsubishi, que repuntan desde enero entre un 25% y un 44% y que lucen un claro consejo de compra por parte del consenso de mercado.
Si en lugar de fondos de inversión prefiere fondos cotizados o ETF, también tiene la posibilidad de cubrirse contra el efecto divisa. Es el caso del iShares MSCI Japan Monthly EUR Hedged que acumula una rentabilidad del 22,83% en 2013. Replica el comportamiento del MSCI Japan Index y entre los pesos pesados de su cartera se encuentran compañías como Honda y Toyota.
Una apuesta arriesgada
Si la bolsa puede ser un bocado indigesto otra de las alternativas es confiar en la divisa. Pero en este caso ¿qué es lo más acertado? ¿aventurarse por un yen al alza o a la baja? Aquí también hay divergencias de opiniones. "Pese a la corrección reciente, creo que veremos niveles más bajos en los próximos meses. Incluso podría llegar a niveles de 105/110 yenes por dólar", afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Daniel Álvarez, analista de XTB, se inclina por una divisa al alza. "Creemos que es preferible la compra de yenes en casi todos sus cruces, quizás con la salvedad del cruce frente al dólar. En efecto, es el momento de posicionarnos cortos en el euro/yen porque entendemos que el euro ha estado artificialmente apreciado debido a la debilidad de las otras divisas, ya que el dólar y el yen han sufrido la enorme oferta monetaria que sus bancos centrales respectivos habían puesto en circulación". Aunque parezca que no existe una dirección clara, tanto para los que prevén una divisa más devaluada como para los que creen que se revalorizará, una alternativa para cubrir una inversión son los CFDs (contratos por diferencias) que ganen cuando lo hace el euro contra yen. Al respecto, para ganar con la caída del yen hay que abrir un contrato de compra y para hacerlo con la subida hay que abrir uno de venta.
No obstante, debe tener en cuenta que se trata de un producto apalancado, es decir, permite invertir pequeñas cantidades de dinero pero tomando posiciones por una cantidad mucho más elevada.
Por ejemplo, en el caso del que oferta IG, para invertir 10.000 euros en un CFD euro/yen sólo hay que depositar como garantía 50 euros, pero ésta es un arma de doble filo, ya que las pérdidas pueden ser mayores que la cantidad inicialmente depositada -recuerde que está inviertiendo por valor de 10.000 euros-, por lo que se recomienda fijar un nivel máximo de protección ante pérdidas o stop loss.
