
Los dispares datos económicos de este 2013 hacen un flaco favor a estos recursos. Ahora la mirada está puesta en China. Y desde luego, hace falta poco menos que un milagro para que vuelvan florecer, al menos a corto plazo.
En las crisis económicas, no todos los activos responden igual. Aquellos más ligados al ciclo, como los metales industriales, son los primeros en resentirse, y su recuperación no siempre llega con los brotes verdes previos a una recuperación. Hacen falta señales claras de mejora, y de momento las señales que dan las principales economías del mundo son dispares.
Por técnico, las cosas no pintan mejor. El PowerShares DB Base Metals (o DBB), fondo cotizado de referencia en metales básicos, que tuvimos en cartera hasta hace algunas semanas, es ahora "claramente bajista, y para que esto cambie debería producirse un giro que no nos atrevemos de momento a intuir", apunta Carlos Doblado, jefe de estrategia de Ágora Asesores Financieros.
Y es que este ETF está al borde de "una zona de fuerte soporte, que coincide con los mínimos del pasado verano. Es decir, los 17,3 dólares (está en 17,4). Si los pierde será muy negativo, y puede ir a buscar los 16,75 dólares, es decir, su soporte clave a medio/largo plazo. Ya bajo esa cota se anularía la tendencia alcista que retomó en 2009, y se abriría una puerta muy negativa que incluso podría derivar en caídas del 30 o 40% en los próximos años", advierte Doblado.
¿Qué podría animar a estos alicaídos recursos? Que EEUU cumpla con la hoja de ruta que marcan los expertos es importante, pero no sólo de la primera economía del mundo viven estos metales. De hecho, lo que haga China es clave, y cada vez más. Y de nuevo conviene recordar que el dragón sigue creciendo, aunque lo haga a un ritmo menor. El próximo lunes publicará sus datos de PIB del primer trimestre y de producción industrial correspondiente a marzo. Y se espera que la economía recupere la cifra redonda del 8% (está en el 7,9%) y que su sector secundario recupere la cota psicológica de un 10% de crecimiento interanual.
Lo que publique va a ser mirado con lupa, porque los datos de producción de enero y febrero "quedaron por debajo de lo esperado y llevaron a algunos inversores a reducir su optimismo con las perspectivas de los metales industriales. Pero esos datos se vieron ensombrecidos por el timing, por el año nuevo", explica Nitesh Shah, analista de ETF Securities.
Según este experto, las próximas cifras, en especial la hornada que llegará a mediados de mayo "aportarán más claridad sobre la fortaleza de la recuperación china y podrían actuar como un catalizador para el aumento de precios de los metales básicos". En especial el del cobre, ya que el gigante asiático "es su mayor consumidor, copa alrededor de un 40 por ciento de la demanda".
A medio y largo plazo
En lo que va de 2013, la evolución de estos recursos en los principales mercados habla por sí sola: los principales metales figuran entre las peores materias del año, con caídas que en el caso de los contratos de níquel y cobre negociados en Londres superan el 20%. Y a muy corto plazo, tal como refleja su situación técnica, "parece que los metales industriales van a seguir débiles", advierte Shah.
Sin embargo, la construcción, sobre todo de "infraestructuras intensivas en uso de materiales básicos, que ha alentado la demanda de estos metales en los mercados emergentes a lo largo de la pasada década probablemente seguirá impulsando la demanda global a medio y largo plazo". Además, "la extracción minera de cobre se ha vuelto más cara y escasa. Que haya menos hallazgos de vetas implica que esta tendencia no va a cambiar en un futuro cercano", concluye Shah.