Supondría un paso más para abrir su economía y combatir la inflación.
Lejos de ser un gigante de piedra y, en contra de lo que pueda parecer, las autoridades chinas manejan los hilos de su economía para adaptarse a los cambios de la coyuntura global. En los últimos años, su política con el yuan ha consistido en permitir una cierta apreciación de su divisa para favorecer una mayor apertura al exterior.
Pero el siguiente paso podría ser todavía más grande, ya que, según aseguró ayer el presidente de Hong Kong Exchanges & Clearly, firma propietaria de la plataforma del mercado de contado y futuros del país, Charles Li, China permitirá una flotación libre del yuan en un periodo de cinco años. De esta forma daría un salto definitivo para abrir el país al exterior, con un yuan fortalecido, que permitiría elevar la demanda de importaciones y también serviría para controlar la inflación en el país.
En 2012, China permitió un mayor margen de fluctuación del yuan frente al dólar, ampliando la horquilla del 0,5 al 1%, al tiempo que ha permitido una apreciación de su divisa de casi un 3% desde el pasado verano.