
Histórico. Hacía muchos años que el mercado no escribía esa palabra si no era para desplomes. Casi seis en concreto. Y ayer Wall Street escribió una página más de su historia cuando el Dow Jones superó los 14.164 puntos. ¿Qué ha psado desde el récor anterior. Un lustro en el que el dólar perdió fuelle mientras el oro, el petróleo y la deuda se revalorizaron.
El nuevo máximo de Wall Street viene con unos precios atractivos debajo del brazo. El Dow Jones marca un nuevo hito en sus 117 años de historia y lo hace mucho más barato que en 2000 y 2007, ya que en estos momentos el índice estadounidense cotiza a un PER -número de veces en que el beneficio queda recogido en el precio de la acción- de 12,1 veces frente a las más de 15 años que necesitaba un inversor hace cinco años y medio para recuperar su inversión vía beneficios.
Los niveles de PER actuales son muy similares a los que el Dow Jones ha cosechado a lo largo de todo 2012. Sólo en enero y mayo del año pasado resultaba más barato entrar en el índice estadounidense que actualmente. No obstante, lejos quedan todavía las mayores oportunidades que por este criterio ha ofrecido el Dow Jones desde el máximo histórico anterior, cuando cotizaba en noviembre de 2008 a un PER de 9,8 veces.
A pesar de que ahora el inversor paga un 23 por ciento más que entonces, el Dow Jones está ahora un 50 por ciento más barato que en el máximo de enero de 2000. Entonces un mercado inflado por las puntocom llevaba al Dow Jones hasta los 11.722 puntos con un PER próximo a las 25 veces.
¿Y los dividendos?
Los inversores hambrientos de dividendos también están ahora de enhorabuena. Wall Street no se caracteriza por suculentas políticas de retribución, pero los beneficios crecientes de sus compañías permiten al indicador registrar desde 2010 continuas mejoras en las remuneraciones en un momento en que la crisis se está llevando por delante algunas de las remuneraciones tradicionales del Viejo Continente.
La rentabilidad por dividendo del Dow Jones que estima el consenso de mercado, recogido por FactSet, se sitúa en el 2,94 por ciento para este ejercicio gracias a los generosos dividendos que abonarán previsiblemente compañías como AT&T, Verizon o Intel, que superarán el 4 por ciento. Un porcentaje que contrasta con el 2,57 por ciento que alcanzó de media en 2007 y con la rentabilidad por dividendo del 1,60 por ciento que entregaron las entonces compañías del Dow Jones a sus inversores hace ahora trece años.
Una crisis a las espaldas
A principios de la crisis, el famoso inversor George Soros, afirmaba que esta era la peor sin duda desde la Gran Depresión de los años 30. Lo cierto es que entonces a la bolsa le costó nada menos que alrededor de un año desplomarse un 20 por ciento.
Y, desde que en 2007 estallase el caso de las hipotecas subprime en EEUU, es decir, desde los máximos de octubre de 2007, el Dow Jones apenas tardó cinco meses en desplomarse casi un 20 por ciento.
Abruptas caídas, bruscas recuperaciones. Apenas han pasado 4 años desde que Wall Street rozó el suelo en 2008. Con estos máximos Wall Street deja atrás acciones históricas como cuando los cinco grandes bancos centrales del mundo llevaron a cabo una rebaja conjunta de los tipos de interés al unísono (ver gráfico de arriba).