El Tesoro Público supera la cuesta de enero con nota. El éxito se debe a una operación especial en unas condiciones sin precedentes, que ha permitido al organismo emisor captar un total de 27.000 millones de euros en enero, un 10 % más que en el mismo mes de 2012.
Buena parte de esta cifra se completó gracias a una subasta sindicada a 10 años por la que pagó un rendimiento medio del 5,4 %. Fue una emisión atípica por tres motivos. Primero, porque hubo una demanda récord de 22.700 millones de euros. "Nunca en la historia del Tesoro español había habido una subasta con tanto volumen", valoró inmediatamente el ministro de Economía, Luis de Guindos. "Esta es una señal evidente de que la confianza en la economía española se está recuperando", remató. Aunque solo un 60 % de esta demanda vino del inversor internacional.
También fue importante el dinero que finalmente se colocó entre los inversores. Nada más y nada menos que 7.000 millones de euros, frente a los 4.000 millones con los que en principio se pretendían seguir aumentando las arcas públicas. Hay que remontarse a 2009 para encontrar emisiones con este volumen de efectivo adjudicado.
El tercer punto diferencial al resto de subastas públicas del Tesoro es que se trató de una emisión privada, en la que un sindicato de bancos -compuesto por BBVA, Citigroup, Goldman Sachs, Santander y Société Générale- dirigió la colocación hacia inversores cualificados. Las gestoras de fondos compraron el 40 % de la emisión; los bancos un 34 %; las aseguradoras y fondos de pensiones un 13 %; y los bancos centrales un 7 %.
Con esta emisión, el Tesoro adelanta sus deberes del año. En enero España ya ha conseguido alrededor de un 15 % de lo que se había marcado como objetivo de financiación para el conjunto del año a largo plazo, 121.300 millones.
Todo tiene un precio
La subasta sindicada es una fórmula que el Tesoro emplea puntualmente con la que se garantiza que las entidades colocadoras resuelvan la operación. Pero asegurarse este colchón tiene un precio.
En este caso, el coste para España fue del 5,403 %, 365 puntos básicos por encima del índice de referencia a este vencimiento (midswap). Aunque este rendimiento es idéntico al de la última emisión sindicada de febrero de 2012, fue superior al que tuvo que desembolsar por los últimos bonos a 10 años que el Tesoro subastó de forma pública en diciembre -pagó un 5,29 %-, cuando la ventana de liquidez ni siquiera estaba abierta. , el rendimiento del 10 años acabó en el 5,115 % en el mercado secundario, rebajando a la prima a los 354 puntos básicos.
Las más baratas desde marzo
tuvo un protagonismo más secundario, pero la subasta de letras a tres y seis meses era la cita que estaba ya marcada en el calendario de emisiones del Tesoro. Captó 2.784 millones, por encima del objetivo máximo que marcado en 2.500 millones. Y lo mejor es que las colocó al menor coste desde marzo.
A través de las letras a tres meses, el Tesoro logró 1.206 millones, por los que asumió un rendimiento medio del 0,441 %, frente al 1,254 % que pagó en noviembre por este plazo. Las letras a seis meses también se adjudicaron a un precio más bajo, del 0,888 %, puesto que en la última subasta el coste fue del 1,669 %. A través de este vencimiento captó 1.578 millones.