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Oracle decepciona con sus resultados y se hunde en los after hours

Sede de Oracle en RedWood, California. Foto: Bloomberg
Ahora que el Nasdaq estaba tomando el liderato del mercado, llega un importante e imprevisto contratiempo: Oracle, el gigante del software empresarial, decepcionó ayer con sus resultados y sufrió una dura caída en el mercado 'after hours' que llegó a ser del 10%. Algo que puede arrastrar al resto del sector por los temores a que no se trate de un caso aislado, sino de un problema general ligado a la crisis económica.

No es que las cuentas de Oracle fueran malas, ni mucho menos: su beneficio se disparó el 30% hasta 1.340 millones de dólares, 26 centavos por acción; sin incluir extraordinarios, el beneficio fue de 30 centavos, que era los que esperaba el consenso de analistas.

El problema vino en los ingresos, que 'sólo' crecieron el 21% hasta 5.350 millones, cuando la previsión media era de 5.420 millones. Y esto es mucho más importante de lo que puede parecer a primera vista, porque significa que las ventas de licencias de sus programas -la fuente de ingresos futuros por mantenimiento, que suponen la parte del león- se están ralentizando: sólo crecieron el 7% hasta 451 millones, cuando los analistas esperaban 550 y, sobre todo, cuando esta magnitud había crecido el 63% en el trimestre anterior. El frenazo es evidente.

Las empresas no quieren gastar

¿Qué hay detrás de estos problemas? Pues la contracción del gasto empresarial no sólo en tecnología, sino en todo tipo de bienes, como demostró ayer la caída de los pedidos de bienes duraderos del 1,7% en febrero. Una contracción que tiene detrás la crisis económica de EEUU, que para muchos ya se ha convertido en recesión en el trimestre actual. La cuestión es que las empresas prefieren explotar al máximo la tecnología que ya poseen y aplazar las inversiones en otra nueva que podría reducir sus costes a largo plazo.

"Los departamentos de tecnología de las empresas no se niegan a mejorar los programas que ya tienen instalados (los ingresos de Oracle por mantenimiento crecieron el 23%, en línea con su tendencia histórica), pero no quieren meterse en grandes proyectos de software que necesitan meses o años para completarse. Simplemente, no tienen presupuesto para ello, a pesar de que el objetivo de estos sistemas es aumentar la productividad y reducir los costes de las compañías”, explica Ben Worthen en el blog 'Biztech' del Wall Street Journal.

La crisis no sólo es de EEUU

El temor de los inversores es que este problema se extienda al resto de fabricantes de aplicaciones empresariales y, posteriormente, al software de consumo masivo. A su vez, el frenazo de Oracle indica que no se trata sólo de la crisis de EEUU, sino que el negocio en otros países -Europa y Asia- de las grandes empresas tecnológicas ya no basta para suplir las caídas en EEUU como ocurría en trimestres anteriores. No es, desde luego, un escenario muy propicio para un despegue del Nasdaq.

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