
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, está completamente solo en el Banco Central Europeo (BCE) en su cruzada contra la compra de bonos soberanos para ayudar a España e Italia.
Tanto de puertas para adentro como públicamente, nadie sigue su línea, ni siquiera su compatriota alemán Joerg Asmussen, miembro del consejo de la institución presidida por Mario Draghi.
Según publica el diario financiero holandés Het Financieele Dagblad, otros halcones monetarios, como Klaas Knot, presidente del banco central de Holanda, no se oponen a reapertura del polémica SMP, el programa de compra de bonos soberanos.
Ahora los focos se centran en la próxima reunión del BCe de este jueves, donde se espera que Mario Draghi dé más detalles de las compras de bonos que anticipó en la última reunión a principios del mes de agosto.
En los últimos tiempos, el actual presidente del Bundesbank ha estado en la picota. De hecho, podría tener los días contados como presidente del Bundesbank. Eso es lo que se temen en Berlín, ya que su postura en contra de la compra de bonos no está teniendo efecto en la institución presidida por Mario Draghi y contradice el consenso generalizado que existe en Europa al respecto, según informaba la semana pasada el diario germano Handelsblatt.
El rotativo citaba a Emil Willsch, miembro de la comisión presupuestaria del partido Unión Cristiano Demócrata (CDU), que considera que existe el riesgo de que Weidmann dimita, al igual que hizo su antecesor en el cargo Axel Weber, que también se mostró en contra de algunos de las decisiones del banco central del euro.
A finales de agosto, el presidente del Bundesbank advirtió de nuevo contra el inicio de un nuevo programa de compra de deuda pública afirmando que ese tipo de financiación puede "crear adicción como una droga".