Bolsa, mercados y cotizaciones

Cuidado con la complacencia de los inversores

  • Los índices de miedo no registran niveles que apoyen grandes subidas

El malestar de los inversores se ha asentado como un día de verano caliente. Y es igual de incómodo. "El volumen es bajísimo y el VIX ha caído a plomo", según John Kosar, director de análisis de Asbury Research.

Kosar se refiere al índice de volatilidad del Chicago Board of Trade, el VIX, conocido como el índice del miedo. Apenas ha superado los 20 puntos en el último mes y ahora se sitúa alrededor de 16, después de dos días consecutivos de subidas para la bolsa.

"Una recuperación sostenida del mercado no empieza con un VIX en 15", según Kosar. Una lectura por debajo de 30 señala un nivel relativamente bajo de miedo en los mercados, lo cual indica que nadie está nervioso en este momento y "entonces es cuando ocurren las cosas malas".

Contra todo pronóstico

Los inversores han tenido mucho con lo que enfrentarse en los últimos meses: la crisis de deuda de Europa, el pobre crecimiento económico, el fracaso de la OPV de Facebook, la debacle de trading de Knight Capital y las preocupaciones sobre el abismo fiscal.

En ese entorno, es difícil ver excitación por la bolsa. Pero el mercado ha seguido subiendo. El S&P 500 está a menos del 2% de su máximo de 52 semanas. Kosar afirma que esos niveles dejan al mercado en situación vulnerable a una sorpresa, que tiene más posibilidades de ser negativa que positiva.

Se puede apreciar un nivel aún mayor de complacencia de los inversores en el índice Miedo & Avaricia de CNNMoney. Se compone de siete indicadores del mercado, que incluyen volatilidad, demanda de bonos basura y máximos y mínimos de la bolsa. Usando algoritmos, la combinación de todos ellos arroja un índice que mide cuánto riesgo están dispuestos a asumir los inversores, en una escala de 0 a 100. Una lectura por encima de 50 señala que los inversores están dispuestos a apostar como en un casino. Pero cuando el índice se acerca a cero, supone que los inversores están empezando a cerrar las escotillas.

Cuando este índice de Miedo y Avaricia está en "miedo extremo" o en "avaricia extrema", señala que el mercado está a punto de cambiar de rumbo.

A principios de año, los inversores estaban dispuestos a poner todo su dinero en la bolsa, con el índice en niveles de 90 en dos ocasiones en enero. Y el mercado tuvo un primer trimestre estelar, el mejor en décadas para el S&P 500, el Nasdaq y el Dow Jones. El ratio put/call, que compara el volumen negociado en opciones alcistas call frente al de las opciones bajistas put, también subió con fuerza.

La vuelta del riesgo

Por supuesto, la euforia duró poco. La crisis de deuda europea rápidamente enseñó su fea cara. España se convirtió en la duodécima nación europea en entrar en recesión, los rumores de salida de Grecia del euro crecieron y los signo de una ralentización económica en EEUU levaron a los inversores fuera del mercado. El 1 de junio, este índice marcó un mínimo anual en 7 puntos.

Desde entonces, se ha recuperado y ahora se sitúa en torno a 70. Es decir, no ha vuelto aún al territorio de "extrema avaricia" lo que significa que el mercado puede tener más subida por delante a corto plazo. Pero es claramente preocupante que los inversores estén dispuestos a asumir más riesgo pese a que hay muchísimos riesgos macroeconómicos.

¿Qué deben hacer los inversores? Según Kosar, en Wall Street ya no se puede contar con el dinero minorista para suavizar los baches y que la estrategia de comprar y mantener ya no funciona. Por tanto, los inversores tienen que ser más activos. "El inversor particular tiene que hacer deberes e intentar participar en los dos o tres movimientos trimestrales que hace el mercado cada año", concluye.

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