
El Tesoro Público volverá a salir al mercado en los próximos días tras una semana de asueto. El organismo encargado de financiar las arcas públicas mediante la venta de deuda pública se las verá con los inversores en dos ocasiones. El martes lanzará letras a 12 y 18 meses, mientras que el jueves colocará bonos y obligaciones con vencimiento en 2014, 2017 y 2019. Pero no serán dos operaciones cualquiera. Serán las primeras desde que el Eurogrupo diera luz verde la semana pasada al rescate de la banca española y, sobre todo, desde que el Gobierno anunció los históricos recortes que anunció el miércoles para intentar reducir el déficit público.
Como viene ocurriendo en las últimas subastas, el Tesoro afrontará esta doble cita en un entorno convulso. La rentabilidad de los bonos a 10 años se encuentra en el 6,66 por ciento, muy cerca por tanto del peligroso nivel del 7 por ciento. Siguiendo su estela, la prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, se encuentra en los 540 puntos básicos, con lo que también permanece próxima a los máximos que alcanzó a mediados de junio, cuando llegó hasta los 589 puntos básicos.
Alto 'peaje' asegurado
Con estos datos presionando desde el mercado secundario, en el que cotizan los títulos tras haber sido vendidos por el Tesoro, el organismo emisor tiene asegurado que volverá a pagar unos intereses elevados en las operaciones de esta semana, aunque en algunos casos podrían reducirse los costes de finan- ciación con respecto a los precedentes más inmediatos. "Es lo que hay. La referencia para los intereses la marca el mercado. En este apartado, el Tesoro tiene poco margen de actuación porque los inversores exigen ahora un alto precio para comprar deuda española", reconocen desde la mesa de tesorería de una entidad financiera.
En junio, España emitió letras a 12 y 18 meses con una rentabilidad media del 5,07 y del 5,10 por ciento, respectivamente. Tomando la evolución protagonizada en el mercado secundario por los bonos a dos años, que son una referencia válida para las letras, esta vez el Tesoro podría afrontar unos costes inferiores a los del mes pasado. El 18 de junio, en la víspera de la subasta de letras a 12 y 18 meses, el rendimiento de los bonos a dos años ascendía al 5,44 por ciento; ahora se encuentra en el 4,45 por ciento.
En este sentido, hay que tener en cuenta que aquella emisión de junio se produjo en los momentos de mayor tensión sufridos por la deuda española desde el nacimiento del euro. Fue entonces cuando la rentabilidad de los bonos a 10 años superó por primera vez el 7 por ciento -llegó hasta el 7,15 por ciento- y cuando la prima alcanzó los 589 puntos.
Italia ya dio pistas la semana pasada del resultado que puede obtener mañana España en la emisión de letras. El Tesoro transalpino subastó el jueves títulos a un año con un rendimiento medio del 2,69 por ciento, cuando en junio había tenido que pagar un 3,97 por ciento.
Un reto mayor
Con la colocación de las letras aún caliente, dos días después le tocará el turno a la deuda a medio y largo plazo, es decir, bonos y obligaciones. En concreto, colocará títulos a dos, cinco y siete años. El 5 de julio, el Tesoro lanzó deuda a 3 y 5 años con un rendimiento medio del 5,08 y el 5,53 por ciento, respectivamente. El día antes de esas subastas, el rendimiento de los bonos a tres y cinco años estaba en el 4,92 y el 5,52, respectivamente; el viernes, en cambio, cerraron en el 5,33 y el 5,83 por ciento. Por tanto, en el caso de la deuda a medio y largo plazo el Tesoro sí se expone a pagar unos intereses superiores a los del último precedente.
Italia también emitió bonos la semana pasada. Lo hizo el viernes, horas después de que Moody's rebajara su calificación en dos escalones, hasta Baa2, apenas dos peldaños por encima de la calificación de bono basura. Sin embargo, esta decisión no impidió que el país se financiara más barato que en junio mediante la venta de títulos a tres, siete y diez años. El coste de emisión de los bonos a tres años retrocedió desde el 5,30 hasta el 4,65 por ciento.