
La contracción de la actividad industrial en China ha desatado los temores a un aterrizaje brusco en ese país y una desaceleración en todo el mundo. Pero puede que eso resulte ser positivo para el crecimiento económico en EEUU. Bullard, el disidente en la Fed, ve subidas de tipos a finales de 2013.
Las bolsas y las materias primas cayeron con fuerza ayer por las noticias de que el índice de pedidos de fábrica chinos marcó un mínimo de cuatro meses, lo que significa que el sector está contrayéndose. Y el temor es que esto se reproduzca en el resto del mundo.
Pero los expertos en la segunda economía mundial creen que la caída señala sólo un enfriamiento, no una contracción. Es más, aseguran que EEUU puede beneficiarse de una ralentización en China que puede frenar la escalada de los costes de la energía así como proporcionar una apertura para la industria mundial.
"No creo que nadie pudiera esperar que China iba a crecer al 8% a perpetuidad", según Barry M. Sine, director de análisis de Drexel Hamilton. "El crecimiento tenía que ralentizarse, pero sigue siendo una tasa de crecimiento increíble".
Sine no espera que China sufra el aterrizaje brusco que ha generado la aprensión de los mercados en las últimas semanas. "Tenemos un país con 2 billones de dólares invertidos en reservas. Pueden hacer muchísimo para estimular cualquier segmento débil de la economía, tanto si es el inmobiliario como la banca o las empresas industriales públicas", a su juicio. "Es como la pregunta de la lotería: ¿Qué harías con un millón de dólares? ¿Qué harías con 2 billones?".
El regreso de la industria
Además, si la industria china se mantiene en contracción -el PMI registró 48,1 puntos, por debajo de los 50 que indican expansión- las empresas norteamericanas pueden acabar siendo los beneficiarios. La encuesta en que se basa el índice, realizada por HSBC, encuentra que las exportaciones están inactivas y la demanda nacional "todavía se está debilitando".
"Una de las historias fundamentales en la economía de EEUU es que estamos viendo el regreso de la industria", según Sine. "Empresas como Caterpillar están creando empleo. GM está contratando de nuevo e incluso las empresas de coches japonesas empiezan a producir en EEUU y a utilizar el país como una base para exportar".
Otra vía por la que la ralentización de China puede favorecer a la economía global es la probabilidad de mayores estímulos del banco central, el Banco Popular de China. Éste ha estado endureciendo su política para controlar la inflación pero una ralentización económica puede dar al banco central el ímpetu necesario para adoptar una relajación más agresiva. Y eso llega en un momento importante dado que la Fed no termina de aclararse sobre una tercera ronda de quantitative easing.