
Los directivos de la Reserva Federal están considerando un nuevo tipo de quantitative easing que tratará de impulsar la economía sin acelerar la inflación, según un informe publicado el miércoles. Los analistas afirman que el nuevo enfoque permitiría a la Fed seguir adelante pese a los altos precios del petróleo y a el peligro de exportar inflación a todo el mundo. El banco central es ahora más sensible a la volatilidad en los mercados con el fin de los programas de QE y busca nuevas medidas para controlar las rentabilidades de los bonos sin afectar las expectativas de precios en EEUU o fuera.
Con este nuevo enfoque, la Fed imprimiría más dinero para comprar bonos del Tesoro o hipotecarios a largo plazo, pero drenaría efectivamente ese dinero al tomarlo prestado durante periodos cortos a tipos bajos. Este quantitative easing esterilizado utilizaría acuerdos de recompra inversos para evitar que el dinero se extienda a las reservas bancarias.
Richard Gilhooly, director de estrategia de tipos en TD Securities, afirma que este nuevo QE esterilizado permitiría a la Fed comprar más activos sin dejar de vigilar que las expectativas de inflación se mantienen bajas. "Esto sería bueno para el dólar y negativo para los activos de riesgo como el oro". Puede que sea positivo para las bolsas a la vez que mantendría la rentabilidad de la deuda por debajo de la tendencia.
La cuestión es si la Fed sería capaz de lanzar otra ronda de compras de activos si la inflación no se mantiene baja en los próximos meses. La mayoría de los expertos en la Fed no esperan que el banco central anuncie ningún programa nuevo de compra de activos en su reunión del 13 de marzo.
"No creemos que vayan a hacer cambios en esta reunión, porque están en modo de esperar y ver", según Yelena Shulyateva, economista de BNP Paribas. No obstante, los analistas afirman que la Fed puede lanzar ese QE esterilizado una vez que finalice la Operación Twist (mediados de junio) si el PIB no logra mantener el momentum que ha alcanzado entre finales de 2011 y principios de 2012.