No cabe duda de que las crisis siempre generan oportunidades. Tampoco se duda de que, teniendo en cuenta las fuertes caídas que han sufrido algunos activos en los últimos meses, puede ser un buen momento ahora para empezar a construir una cartera a largo plazo.
De lo que sí hay dudas es de poder conseguirlo preservando el capital invertido. Sobre todo teniendo en cuenta que si en algo coinciden la mayoría de expertos a la hora de elaborar sus perspectivas para este año es que será otro ejercicio en el que la volatilidad será una de las grandes protagonistas.
En este contexto, los inversores tienen dos opciones: arriesgarse para conseguir rentabilidades que pueden alcanzar los dos dígitos, aun a riesgo de asumir pérdidas en su patrimonio que también alcancen los dos dígitos; u optar por reducir la rentabilidad esperada a cambio de preservar su capital. Y puedeN llevar a cabo ambas a través de fondos de inversión, el vehículo que, además, está llamado a salir ganando tras la reciente subida fiscal sobre las rentas del capital para los próximos dos años que supone una tributación de entre el 21 y el 27 por ciento, ya que los traspasos entre ellos no pasan por Hacienda, lo que permite diferir el pago de impuestos.
Los que se decanten por la opción apta para los más amarrateguis están de suerte. Los fondos garantizados han sido los productos estrella del último año para las gestoras y todo apunta a que su estela está aún muy lejos de apagarse. Por varias razones: sirven a los bancos para colocar su propia deuda, tienen una fuerte demanda por parte de los inversores cuya aversión al riesgo crece en tiempos de crisis, soportan comisiones medias altas con una gestión no del todo activa y permiten diferir el pago de impuestos más allá de la reforma fiscal que, en principio, se mantendrá los próximos dos años. Por todo ello, en 2011 no sólo fueron de los que más crecieron en número -aumentaron un 8 por ciento, hasta los 760 - sino también de los pocos que cerraron el ejercicio con más entradas que salidas de dinero -los garantizados de renta fija acumularon suscripciones netas por valor de 6.700 millones de euros-. Por no mencionar que cuatro de los seis nuevos fondos que se han lanzado en lo que va de año son también garantizados.
Sin embargo, ojo, porque aunque legalmente el inversor puede contratar cualquiera de los más de 700 productos garantizados que están registrados, si se hace fuera del periodo de comercialización, que suele ocupar los tres meses siguientes a su registro en la CNMV, tendrá que hacerlo en muchos casos pagando fuertes comisiones de suscripción y reembolso (hasta el 5 por ciento sobre el patrimonio). Y, lo que es peor, no tendrán garantizada rentabilidad alguna, ni siquiera el capital invertido.
Lo más parecido a un depósito
En la actualidad, de los más de 700 fondos garantizados que existen en España, sólo siete de ellos se encuentran en periodo de comercialización. De estos siete, Sabadell BS Garantía Fija 10 es el que más similitudes guardaría a priori con los clásicos depósitos. No en vano, ofrece una rentabilidad del 4,40 por ciento TAE para quien invierta ahora y, lo más importante, mantenga su inversión hasta el 10 de febrero de 2015. Si se decide rescatar el dinero antes, el inversor lo hará al precio del mercado y pagando una comisión de reembolso del 2 por ciento.
La estrategia que sigue este nuevo fondo de Sabadell es muy parecida a la de la mayoría de los nuevos fondos garantizados que han visto la luz en el último año: invertirá en renta fija. En concreto, según dicta el folleto del producto, destinará el grueso de sus inversiones a la renta fija de alta calidad crediticia, aunque traspasará en dos ocasiones parte de su patrimonio a otro fondo de Sabadell que invierte el 70 por ciento de sus activos en deuda pública española.
El del Sabadell es el único de los fondos que se encuentran en proceso de comercialización que garantiza rentabilidades superiores al 4 por ciento para quien mantenga su dinero en el producto. Pero hay otras dos opciones que sí ofertan rendimientos superiores al 3 por ciento. Se trata de Unifond 2016 III y CX Garantit. El primero de ellos tiene, no obstante, un plazo de vencimiento más elevado, ya que para obtener el 3,50 por ciento TAE que promete es necesario mantener la inversión hasta el 31 de marzo del año 2016. Mientras que el fondo de Caixa Catalunya, cuya rentabilidad asciende al 3,25 por ciento TAE hasta el año 2015, ofrece la particularidad de que requiere al menos una inversión mínima de 50.000 euros.
Completan la oferta de productos que aseguran el capital otros dos fondos de renta fija y dos de renta variable, Eurovalor Garantizado Triple Oportunidad y Foncaixa Garantía Eurobolsa 6. Ambos, si bien garantizan la inversión inicial, no ofrecen un rendimiento garantizado sino que éste irá en función de la evolución que presenten los mercados de renta variable durante la vida del fondo, que no excede de los cuatro años. Analizada la oferta que tiene disponible actualmente el inversor, toca preguntarse ¿cómo es el perfil de la demanda? Sencillo. Los fondos garantizados sólo están recomendados para aquellos inversores que no quieran asumir nada de riesgo en sus carteras. Sin embargo, siempre hay peros.
Los riesgos ocultos de los garantizados
El partícipe que decide destinar su patrimonio o parte a la inversión en un fondo garantizado en periodo de comercialización sabe a ciencia cierta que recibirá a vencimiento el 100 por cien de lo invertido pero, a no ser que el fondo en cuestión garantice además una rentabilidad concreta, puede que a vencimiento se quede con el capital inicial pero sólo con eso. Esto implicaría que en realidad ha perdido dinero ya que el objetivo de cualquier inversión es como mínimo obtener una rentabilidad similar a la de la inflación.
No está de más recordar que los tres fondos que han comunicado ante la CNMV el vencimiento de su garantía en enero lo han hecho otorgando rentabilidades que van desde el 10,15 por ciento TAE de Fondpenedés Garantit VII al poco más del 1 por ciento TAE que han ofrecido Caja Segovia Garantizado euribor más 60 y Banca Cívica Flotante Garantizado II en los últimos 3 años. Un periodo en el que la inflación anual media en España ha sido del 0,7 por ciento, lo que implica que en estas ocasiones sí se ha conseguido el objetivo. Algo que no sucedió en el primer semestre del año pasado, cuando uno de cada cuatro fondos que vencieron lo hizo pagando un 0 por ciento TAE.
Además, conviene tener en cuenta que la garantía de protección del capital inicial sólo se aplica para aquellas inversiones que se mantengan hasta vencimiento. De hecho, vender la participación antes de tiempo no sólo supone tener que pagar a Hacienda el impuesto pertinente, sino también asumir la posibilidad de que el capital que se rescate sea inferior al invertido. Máxime con comisiones por reembolso anticipado que suelen superar el 2 por ciento sobre el patrimonio.