
Pregunta: cuando los tipos de interés están en cero, ¿cómo se pueden relajar las condiciones monetarias sin imprimir dinero? Respuesta: convenciendo al mercado de que esos tipos se mantendrán así de bajos durante tanto tiempo que las rentabilidades de los bonos no tendrán razones para subir.
Dicho de forma resumida, ésta es la razón por la que la Reserva Federal va a empezar esta semana a publicar sus proyecciones de tipos de interés de los miembros individuales del Comité de Mercado Abierto. Asimismo, es posible que la Fed establezca un objetivo formal de inflación subyacente en torno al 2%, que guiaría las expectativas de tipos.
¡Qué diferencia con el secretismo de Alan Greenspan! Ahora, el núcleo del consejo de la Fed ve una mejor comunicación como una herramienta para ofrecer un estímulo significativo a corto plazo. A más largo plazo, los nuevos mecanismos proporcionarán a la Fed una herramienta potencialmente importante para influir en las expectativas, y por tanto, en el curso de la economía.
¿Será efectivo?
La cuestión es hasta qué punto la Fed tendrá la capacidad de orientar las expectativas de los inversores en bonos. A corto plazo, el presidente de la Fed querrá persuadir al mercado de que los tipos a corto plazo probablemente se van a mantener en cero al menos durante lo que implica la curva de tipos, y más tiempo de lo estimado en la anterior previsión de la Fed válida hasta mediados de 2013.
Sabiendo que los futuros sobre los Fed funds implican tipos ultra bajos hasta mediados de 2014, esto obliga al consejo del FOMC a ofrecer un mensaje al menos tan moderado como el mercado espera actualmente. De lo contrario, esta nueva medida de transparencia se volvería en contra de la Fed provocando un endurecimiento de las previsiones de los traders del mercado monetario.
A más largo plazo, la principal preocupación sobre el aumento de transparencia es el riesgo de perder credibilidad. Durante el mandato del anterior presidente de la Fed, Greenspan, la preocupación era que los inversores tomaran las previsiones como objetivos, y que cualquier cambio de rumbo afectara a la credibilidad de la Fed. Obviamente, ése no es el peligro ahora dadas las condiciones económicas actuales. Pero podría serlo si los inversores empiezan a percibir un divorcio entre la marcha de la inflación y los pronósticos de tipos de la Fed.
Según Gavyn Davies, columnista del Financial Times, eso es probablemente por lo que Ben Bernanke parece tan favorable a introducir un objetivo formal de inflación en primer lugar; simplemente para persuadir a los inversores (¡y al Congreso!) de que este movimiento histórico es algo más que un truco para jugar con las previsiones de inflación.