El hachazo de Standard & Poor's (S&P), que en la noche del viernes 13 de enero rebajó la calificación de 9 de los 17 países de la zona euro, apenas ha dejado algún rasguño esta semana en los mercados europeos.
Las bolsas han subido, las naciones degradadas por la agencia de calificación se han financiado sin problemas -e incluso a intereses inferiores, como en el caso de España o Francia, por ejemplo- y el euro se ha fortalecido. Un buen tono que no sólo se ha apoyado en el hecho de que los inversores ya contemplaban éstas -y más- rebajas de rating, sino que también ha contado a su favor con otras referencias, como la fortaleza que está mostrando Wall Street en el arranque del ejercicio con el sector tecnológico a la cabeza, hasta el punto de que el índice Nasdaq 100 ha llegado a alcanzar en las últimas sesiones sus niveles más altos desde 2001.
Para el Ibex 35, este entorno se ha traducido en un avance semanal del 1,3 por ciento, hasta los 8.561,9 puntos. Pese a que se trata de su segunda semana alcista consecutiva, aún no logra asentarse en terreno positivo en 2012. Con un exiguo descenso del 0,05 por ciento, permanece como el único de los grandes índices europeos que todavía se encuentra en números rojos.
Sus principales baluartes en las cinco últimas jornadas han sido OHL (OHL.MC), con un avance del 8,1 por ciento, y Gamesa (GAM.MC), que ha repuntado un 7,2 por ciento. También ha contribuido lo suyo el sector financiero, con subidas superiores al 6 por ciento en los casos de Bankinter (BKT.MC)y Sabadell (SAB.MC), a las que BBVA (BBVA.MC)ha estado cerca de sumarse, puesto que sus títulos se han revalorizado un 5,6 por ciento.
En los parqués europeos, los índices han presentado ganancias comprendidas entre el 1,6 por ciento del británico Footsie 100 y el 4,2 por ciento del Dax alemán. Con este acelerón, el indicador germano se confirma como el más destacado en lo que va de año, puesto que en su marcador ya luce una revalorización del 8,6 por ciento. En Wall Street, los avances semanales han rondado el 2 por ciento. Ha sobresalido el Nasdaq 100 con un repunte del 2,5 por ciento que le permite sumar casi un 7 por ciento en 2012.
Estas subidas han contado con dos tendencias paralelas inestimables. La primera, el retroceso de la volatilidad, que ha dejado el camino libre a las compras. El índice VIX, el termómetro clave de la inestabilidad en Wall Street, se ha situado en las últimas jornadas por debajo de los 20 puntos por vez primera desde julio. Y la segunda, el incremento del apetito por el riesgo entre los inversores, un movimiento que no sólo se ha plasmado en la ascensión de la renta variable, sino también en la salida de dinero de los refugios. Esta semana, las ventas han provocado que la rentabilidad de los bonos estadounidenses a 10 años hayan superado el 2 por ciento, algo que no ocurría desde el 23 de diciembre. Al mismo tiempo, el rendimiento de los bunds germanos ha pasado del 1,76 al 1,93 por ciento, también el nivel más alto de 2012 (ver páginas 10-11). "Las rentabilidades están rebotando justo en niveles de soportes. Es muy positivo para los activos de riesgo que prosigan las ventas de los activos refugio", valora Miguel Paz, de Unicorp.
En contraste con estas ventas, en la deuda periférica han predominado las compras. Sobre todo, en Italia, donde la rentabilidad de sus bonos a 10 años ha bajado del 6,64 y 6,24 por ciento. A su vez, la prima de riesgo transalpina se ha moderado de los 488 a los 432 puntos básicos, con lo que ha firmado su mayor descenso desde agosto y se sitúa en mínimos de seis semanas. En cambio, la prima española ha repuntado de los 345 a los 355 puntos básicos, con el rendimiento de los bonos a 10 años en el 5,49 por ciento.
El euro coge aire y el oro, a lo suyo
La distensión de las primas de riesgo y la holgura con la que los europaíses se siguen financiando han dado un respiro al euro. La moneda única se ha apreciado un 2 por ciento contra el billete verde, hasta los 1,293 dólares, con lo que ha puesto fin a una racha de seis semanas consecutivas de descensos. También ha recuperado terreno contra el yen japonés, frente al que se ha revalorizado un 1,9 por ciento, hasta los 99,5 yenes.
El que no ha roto su tendencia ha sido el oro, que continúa mostrando un expediente sin mácula en lo que va de año: tres semanas consumidas y otras tantas ganancias semanales. En el conjunto de las cinco últimas jornadas ha sumado un 1,2 por ciento, hasta los 1.659 dólares.