El mercado se encuentra ahora mucho más confundido que hace una semana. El lunes pasado, después de sufrir la mayor caída semanal en cinco años y con los índices casi en mínimos del año, el mercado lo tenía claro: lo veía todo negro, pero estaba claro. Sin embargo, la recuperación de la semana pasada -interrumpida el jueves y el viernes- deja otra vez grandes incertidumbres en el ambiente, que deben comenzar a despejarse esta semana.
Por el lado puramente de mercado, el rebote y recaída posterior nos dejan en un escenario en el que cabe casi cualquier cosa, desde la recaída a mínimos del año hasta una superación de los máximos del rebote anterior. Tenemos mínimos crecientes y máximos decrecientes, es decir, una especie de triángulo o cuña que cada vez se estrecha más. Y eso significa que no tardará en romperse hacia uno u otro lado.
Por el lado fundamental, tres cuartos de lo mismo. Después de la inesperada fortaleza de las ventas minoristas en enero y del discurso del jueves de Bernanke, ya no está tan claro que sea inevitable la recesión. Y, en consecuencia, tampoco está descontado que la Fed vaya a bajar medio punto los tipos en marzo y otro medio en abril. Las cosas se han complicado muchísimo y, aunque eso permite al mercado no hundirse en la desesperación, tampoco le ayuda demasiado a salir del hoyo.
Previsiones
Esta semana tendremos importantes referencias para ayudarnos a aclarar este escenario. Las dos citas más relevantes serán el IPC de enero (miércoles) por el lado económico y los resultados de Wal-Mart (martes), la mayor empresa de centros comerciales del mundo. En el primer caso, un mal dato puede cuestionar seriamente la política actual de la Fed y obligaría al mercado a replantearse sus expectativas. En el segundo, una decepción anularía las esperanzas creadas por las ventas minoristas y no confirmadas por el índice de la Universidad de Michigan (el viernes salió bastante malo). También tendremos las cuentas de JC Penney y Hewlett Packard (martes) como nombres más destacados. Por el lado macro, el martes conoceremos el índice de los promotores inmobiliarios, el miércoles las viviendas iniciadas y el jueves dos indicadores clave de actividad: el de la Fed de Filadelfia y el indicador adelantado.
Y no debemos olvidarnos de las otras dos grandes amenazas sobre el mercado: la crisis de las aseguradoras de bonos 'monoline', cuyo rescate público fue descartado la semana pasada, y la nueva escalada del petróleo y las materias primas.