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Cuánto ahorra al diferir un depósito

La semana que termina deja atrás otro dolor de cabeza más a los ahorradores. Se trata del aumento de impuestos que ha llevado a cabo el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy. Sólo una semana después de dar la bienvenida a 2012, los ahorros que antes tributaban a un máximo del 21 por ciento, pueden llegar a hacerlo al 27 por ciento durante los próximos dos años.

Sin embargo, si bien es cierto que hay algunos pagos que no se podrán evitar -como el pago en concepto de IRPF-, existe un modo de burlar las subidas de la renta de capital si se difiere el pago de impuestos en algunos productos y, uno de ellos, son los depósitos. ¿Cómo? Gracias a la contratación de aquellos con plazos superiores a 24 meses, con abono de intereses a vencimiento.

Los depósitos no han dejado de esquivar obstáculos que deslucen su atractivo: el Decreto Salgado, la competencia de la deuda pública, el auge de pagarés y, ahora, muchos pensarán que el aumento fiscal es un bache más en su lista. Sin embargo, si el ahorrador echa cuentas verá que el ahorro en impuestos que puede lograr, con la tributación actual, si contrata un depósito a dos años en vez de uno anual es importante (ver gráfico). No obstante, el ahorro fiscal es progresivo. ¿Qué significa esto? Es tan sencillo como que aquellos que inviertan una cantidad mayor, ahorrarán más en impuestos que quienes realicen un depósito de menor importe.

'Salve' hasta 1.500 euros...

Quizás lo entiendan mejor con un ejemplo. Imagine que despidió 2011 con un billete premiado de Lotería, y de ese premio ha decidido invertir nada más y nada menos que 700.000 euros en un depósito. El ahorro fiscal que existe entre contratar uno a un año u otro a dos años que pague los intereses a vencimiento es de 1.500 euros. Una cantidad nada desdeñable en los tiempos que corren. Y es que, en principio, la nueva tributación sólo estará vigente hasta 2014. Después, el máximo al que podrán tributar volverá a ser el 21 por ciento -es decir, el que actualmente es el tramo mínimo que comprende hasta los 6.000 euros-.

Pero quizás, en vez de invertir 700.000 euros, desee contratar un depósito por una cantidad más modesta de 10.000 euros. El ahorro fiscal que puede lograr si se decanta por un producto con un plazo de 24 meses es, también, más modesto. En concreto, la cantidad que podría ahorrar serían 13 euros, aunque representa casi un 9 por ciento menos de coste impositivo (ver gráfico). Un importe mucho menos atractivo por lo que quizás no le interese aparcar su dinero durante dos años.

Quizás lo que le interese conocer es a partir de qué importe invertido sobrepasaría el primer tramo fiscal -del 21 por ciento-. A partir de un ahorro en imposiciones a plazo fijo algo superior a los 175.000 su ahorro tributaría al 25 por ciento, asumiendo como par el resto de cálculos un interés del depósito de 3,5 por ciento.

En este contexto no sería raro presenciar en los próximos meses una avalancha comercial de depósitos con plazos superiores a 24 meses, ahora muy poco presentes en los escaparates de las entidades financieras. Eso sí, si al final se decanta por esta alternativa no olvide pactar con la entidad que el abono de intereses se produzca a vencimiento de dos años y un día -cuando deje de estar en vigor la nueva tributación- y no periódicamente, como sucede en la mayoría de los casos.

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