Desde que el Banco Central Europeo (BCE) retomase en agosto su programa de adquisición de deuda de países en dificultades para aplacar a los mercados, uno de los grandes interrogantes ha sido qué criterio proporcional sigue la institución que ahora preside Mario Draghi a la hora de realizar sus compras, teniendo en cuenta que éstas se incrementan cuando los mercados caen, y se reducen cuando hay una sensación optimista en los parqués.
Los lunes se publican las compras realizadas durante la semana anterior, pero no hay una cifra exacta de cuánto dinero ha destinado la entidad a cada uno de los países PIIGS que se ha visto en problemas, si sigue una proporción y, lo que tiene más morbo, si esas adquisiciones están generando ganancias al BCE.
A partir del estudio de los datos que publica la institución, Barclays ha concluido que la única deuda soberana que, si se vendiera ahora en el mercado secundario, generase retornos al banco -asumiendo que el BCE centra sus compras en bonos a diez años- es la española. La entidad británica cifra esa cantidad en 1.000 millones de euros.
De acuerdo con un informe publicado por Barclays, la autoridad monetaria ha estado adquiriendo deuda periférica en proporción al tamaño de los mercados secundarios de bonos; en la primera fase del Programa de Compra de Activos (SMP por sus siglas en inglés), el BCE habría comprado bonos griegos, irlandeses y lusos en una proporción de 50 por ciento, 25 y 25 por ciento, respectivamente. Desde que activara la segunda fase del SMP, las compras se han centrado en bonos italianos y españoles, que habría adquirido en una proporción del 66 contra el 33 por ciento, aunque sin descartar la adquisición de bonos portugeses e irlandeses, si bien en cantidades mínimas.
Partiendo de estos cálculos, y excluyendo una cantidad equivalente a 7.000 millones de euros en concepto de vencimientos, Barclays da estas cifras aproximadas sobre las compras del BCE: 90.000 millones en deuda transalpina (un 43 por ciento del total), 46.000 millones en la española (22 por ciento) y 36.000 millones (17 por ciento), 20.000 millones (10 por ciento) y 19.000 millones de euros (9 por ciento) en deuda helena, lusa e irlandesa, respectivamente. De esas inversiones, sólo es la deuda española la que resulta rentable, ya que el resto se mantiene en negativo (ver gráfico). Del resto, las mayores pérdidas son las que generan los bonos griegos, que el banco británico sitúa en una horquilla entre 20.000 y 25.000 millones.
En su informe, la entidad también efectúa distinciones entre los dos tramos de ejecución que ha conocido el SMP. Concretamente, estima que el 80 por ciento de las pérdidas que reportan al BCE probablemente se hayan producido debido a las compras que efectuó en mayo y junio de 2010.
2012 empieza fuerte
Al mismo tiempo, la entidad que preside Mario Draghi también anunció ayer, fiel a su cita de los lunes, que durante la semana pasada dedicó 1.104 millones de euros a la adquisición de deuda pública. Es casi el triple del que destinó la semana anterior, cuando la cantidad se limitó a 462 millones, y el volumen más alto desde mediados de diciembre.
Tras esta batida, el BCE ya ha dedicado 218.000 millones de euros a comprar deuda soberana de los países periféricos de la eurozona desde que activó el SMP para ese fin en mayo de 2010. La evolución futura de estas compras y la posibilidad de que se incrementen figurarán entre los temas principales de la reunión de política monetaria que el BCE mantendrá este jueves en Fráncfort.