
Hoy Italia se enfrentaba a la última prueba de fuego ante los mercados, después de la exitosa emisión de deuda de ayer. Y el resultado ha sido también bastante positivo. En conjunto, ha colocado más de 7.000 millones de euros en bonos a largo plazo. El interés ha bajado con respecto a anteriores emisiones y, en el caso de los títulos a 10 años, se ha situado por debajo del 7%.
La cifra recaudada por el Tesoro italiano se ha quedado por debajo del máximo esperado, que eran 8.500 millones de euros.
Por tramos
Para empezar, se han colocado 2.538 millones de euros en bonos a tres años, con una rentabilidad media del 5,62%, lo que supone un descenso frente al 7,89% de la anterior emisión similar. En este caso la cantidad ha sido inferior del máximo que se pretendía obtener, 3.000 millones de euros.
También ha adjudicado 803 millones de euros en títulos a siete años, frente a los 1.000 millones previstos. El rendimiento medio exigido por los inversores fue del 7,40%.
En el caso de los papeles con vencimiento en 2021, se captaron 1.176 millones de euros, menos de los 2.000 millones de euros que se pretendía recaudar, con un interés medio del 6,7%.
Por último, se han adjudicado 2.500 millones en bonos a 10 años, con el interés medio en el 6,98% desde el 7,56% de la subasta de noviembre.
"La parte fácil de las subastas italianas fue la de ayer, pero la verdadera prueba para medir el apetito de los inversores hacia la deuda italiana es hoy, cuando se subasta deuda a plazos superiores a los tres años", afirmaba Peter Boockvar, estratega de renta variable de Miller Taback&Co, en declaraciones a Bloomberg.
En este sentido, la demanda ha sido desigual. En el caso de los bonos a diez años repuntó ligeramente, con un ratio de cobertura de 1,36 veces desde las 1,34 del mes anterior, mientras que los títulos a tres años registraron un descenso, desde 1,5 veces hasta 1,36.