Bolsa, mercados y cotizaciones

¿Sentimientos positivos sobre la economía? También hay lugar para los optimistas

  • Los últimos datos muestran una recuperación que pocos economistas esperaban

Parece difícil de creer, pero la accidentada recuperación económica está ganando momentum y es muy probable que ofrezca una sorpresa positiva en 2012. Aunque todavía es una visión minoritaria entre los economistas, cada vez más empiezan a mostrar optimismo y a abandonar el pesimismo reflexivo de los últimos años, en los que la economía casi siempre ha decepcionado.

"La gente está esperando qué será lo próximo que vaya mal. Parte del problema es que piensan que no hemos vuelto donde estábamos antes de la crisis, por lo que rebajan sus previsiones. Pero creo que estamos saliendo de esto y no se puede frenar la recuperación", opina Chris Rupkey, de Bank of Tokyo Mitsubishi.

Este pensamiento sostiene que estas comparaciones son irreales porque las recuperaciones de las crisis financieras suelen ser largas y difíciles; y porque parte del crecimiento de las dos décadas anteriores estuvo motivado por el exceso de apalancamiento y la especulación.

Algunos optimistas

Por ejemplo, nadie espera que se vendan 17 millones de coches al año en EEUU, como en el período 1999-2006. No obstante, las ventas han rebotado con fuerza desde los mínimos de la recesión, cuando se vendieron sólo 10,6 millones y se espera que superen los 14 millones este año.

Los economistas que se han pasado al optimismo pronostican un crecimiento del PIB de al menos un 3% en 2012, muy por encima de las previsiones de la Fed (2-2,5%) y del consenso de Wall Street (2%). Ahora bien, este optimismo choca con la crisis de deuda en Europa, la ralentización en China y la propia explosión de deuda de EEUU, y afronta grandes incertidumbre referidas al empleo, el mercado inmobiliario y el comportamiento del consumidor.

Pero los optimistas afirman que la caída de Europa o de China es una amenaza menor de la que muchos creen. "La gente da mucho peso a la crisis del mercado financiero y a cómo puede hundir a la economía real. Pero no siempre ocurre; tras el crash de octubre del 87, no ocurrió", añade Rupkey.

Pero más que anular los elementos negativos, este optimismo acentuará las fuerzas positivas que se observan en la economía. Los consumidores gastan más a medida que la carga de su deuda se reduce: los pagos de deuda como porcentaje de la renta disponible alcanzaron un mínimo de 27 años en el tercer trimestre en el 4,82%, más de un 25% menos que el máximo de 2004. La deuda hipotecaria y el crédito al consumo también llevan bajando de forma constante desde 2007.

Y el gasto de consumo empieza a mostrar señales de vida: las ventas minoristas en noviembre crecieron un 6,7% interanual. Y más aún, el gasto en servicios está alcanzando el ritmo de los bienes.

En el lado de la oferta, las exportaciones en 2011 romperán el máximo de 2008 de 1,84 billones de dólares, y el dólar débil seguirá apoyando su crecimiento. Finalmente, los optimistas también señalan al mercado laboral, donde también se han ignorado las señales positivas.

Así, el sector privado ha creado 2,9 millones de empleos desde el suelo de febrero de 2010, aunque ese crecimiento se ha visto anulado por la cacareada reducción en el sector público. Las peticiones de subsidios semanales han caído a un mínimo de tres años y medio, y se mantienen desde hace tiempo por debajo de la importante cifra de 400.000. Ahora bien, estas notas positivas suponen sólo el comienzo y tienen que tener seguimiento en otras áreas, como los salarios, la confianza y el mercado inmobiliario.

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