Bolsa, mercados y cotizaciones

Crecen las dudas sobre la salud de los mercados emergentes

Después de convertirse en el Santo Grial para los inversores, los mercados emergentes han perdido su estatus de puertos para refugiarse en el océano de la tempestad mundial.

Es verdad que muchos analistas todavía ven la inversión en pequeños países de Sudamérica, Asia y demás como opciones rentables a largo plazo. Pero a medida que los miedos a la recesión se imponen en las principales regiones del mundo y las economías que antes vivían un boom -China, India y Brasil- empiezan a enfriarse, los países en desarrollo se encuentran a merced de la tormenta global.

"Pensamos que nuestra economía y la recesión potencial de Europa en el próximo año no pinta bien para la economía global", afirma Chip Cobb, gestor de Bryn Mawr Trust. "Nos gustan los mercados emergentes pero creemos que no van a hacerlo bien hasta que Europa solucione sus problemas", señala.

Este año ha sido malo para las bolsas en general, pero especialmente para las emergentes. El índice Russell World Emerging Markets cayó el 4,1% sólo en noviembre y pierde cerca del 14% en el año, a pesar de que su rentabilidad a tres años es de una sólida subida del 21%.

Un ETF muy popular para replicar el comportamiento de os BRIC -Brasil, Rusia, India y China-, el iShares MSCI BRIC, pierde más del 20% desde su máximo de julio ya que el que parecía un bloque formidable se ha visto cada vez más presionado por la crisis de deuda global. Y según el análisis técnico, puede caer más después de perforar su último soporte.

"Básicamente, las economías emergentes todavía son muy vulnerables a los acontecimientos en los países desarrollados. Gran parte de su crecimiento está motivado por las exportaciones", según Brian Gendreau, estratega de Cetera Financial. "¿Serán capaces de escapar al derrumbe de los países industrializados? Creo que no", añade.

Con todo, Gendreau confía en las perspectivas de largo plazo para las economías en desarrollo y cree que "todavía hay bastante crecimiento en el futuro de los mercados emergentes".

Pero el problema en algunos países van más allá de las consecuencias de la crisis de deuda europea. Y de la incapacidad de EEUU para superar sus problemas de déficit y deuda públicos. La desaceleración industrial y la caída de la confianza presionan las divisas y complican el trabajo de los bancos centrales, por ejemplo en la India. En China y Brazil, crece el temor de que la desaceleración económica presione el sector privado y provoque un desapalancamiento de las familias costoso para la economía real y el sector financiero.

Puede que la amenaza sea exagerada, pero el mercado está manejando expectativas poco alentadoras para el crecimiento internacional.

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